Cinco retos para la educación superior
SE REQUIEREN cambios que permitan a los estudiantes explorar la transformación digital y adaptarse al mercado actual.
Una educación superior de calidad requiere un cambio de mentalidad profundo desde la innovación y desde lo cultural en donde los docentes se adapten y encuentren nuevos caminos para guiar a los estudiantes.
O al menos, ese es el criterio de Leopoldo Pauta, decano de la Unidad Académica de Informática, Ciencias de la Computación e Innovación Tecnológica de la Universidad Católica de Cuenca.
El experto recuerda, por ejemplo, que para incluir nuevas carreras en su institución se realizaron estudios en los que se midieron las necesidades y requerimientos de las empresas locales.
En este punto, dice Pauta, es importante contar con el apoyo de otras entidades y universidades que ya pasaron por experiencias de innovación.
Con la Universidad de Alicante, por ejemplo, se desarrollaron propuestas de carreras de software, robótica, sistemas computacionales, realidad virtual, sistemas biomédicos, entre otros.
Entre las nuevas carreras que tiene la Universidad Católica de Cuenca constan: biomedicina, robótica y realidad virtual.
Para Pauta es importante que las universidades se adapten a los nuevos requerimientos que tiene el país y que poseen las empresas.
Pero también dice que es indispensable otro modelo de aprendizaje. Modelos generados a través de retos con aulas e hiper-aulas con materiales poco habituales como césped sintético, cafeterías y otros modelos diferentes.
En su experiencia como docente, Pauta comenta que hay estudiantes que entienden el cambio de mentalidad, pero que este se ve frenado por docentes acostumbrados a utilizar la metodología tradicional de enseñanza.
Y no todo es teoría. Para el docente, se deben gestionar otras habilidades como formar personas capaces de liderar procesos y de tener una formación integral con elementos que provoquen aprendices más humanos.
Lista
A manera de lista, Pauta cree que se deben considerar cinco aspectos para una renovación de la educación superior.
El primero es el cambio de mentalidad de la docencia, con profesores adaptados a las nuevas metodologías de aprendizaje tecnopedagógicas. El segundo aspecto es la interdisciplinariedad y la capacidad de enseñar a solucionar problemas
En tercer lugar, se deben trabajar los procesos de adaptabilidad. Cuarto, capacitar a los docentes propios; y, quinto, mejorar la infraestructura con cambios en los espacios. (FCS)-(I)