Hasta siempre Kaiser
En días pasados el mundo del fútbol ha deplorado la partida hacia el infinito del gran Franz Beckenbauer, el Kaiser (emperador en Español), aquel futbolista y director técnico alemán que nos dejó un legado de cómo debe actuar un jugador dentro y fuera de las canchas.
Franz murió a los 78 años como un anciano solitario. En sus últimos años sufrió mucho tras la muerte de hijo Stephan de 46 años a causa de un tumor cerebral en 2015. Franz muy enfermo no quiso mostrar su desgastada apariencia a tal punto que no quería ver más a sus amigos. Años atrás había perdido uno de sus ojos. Tenía problemas para hablar y para ver.
Producto de sus ganancias dentro del fútbol realizó exitosos negocios que administraba su tercera esposa Heidi. Entre sus bienes podemos citar una casa de lujo en Salzburgo de 687 metros cuadrados con un paseo marítimo. Otra en Kitzbühel, con acceso a una zona de esquí. Tenía varios vehículos de lujo. Tuvo muchos ingresos al realizar publicidad para conocidas y famosas marcas de vehículos como Mercedes Benz, Mitsubishi y Deutsche Post.
Se dice que dejó una herencia cercana a los 160 millones de euros que se dividirán su mujer y sus hijos Thomas, Michael, Joel y Francesca. Su hijo Thomas, de 61 años, desde hace tiempo se ocupaba de las finanzas
En su dilatada exitosa carrera profesional, Beckenbauer jugó en el Bayern München entre 1965 y 1977. En partidos de Bundesliga jugó 396 veces y marcó 44 goles siendo zaguero central. Ganó tres veces consecutivas la Copa de Europa con el Bayern, logró cuatro veces el campeonato alemán, cuatro veces la Copa alemana, una Copa del Mundo y la Recopa de Europa. Tuvo un paso por el Hamburgo y el Cosmos de Nueva York fundado en 1971. Lamentablemente ese club dejó de existir en el año 1985.
El Kaiser llegó al Cosmos con 32 años y tuvo como compañeros a famosos como Pelé, Carlos Alberto, Giorgio Chinaglia, Johan Cruyff y el peruano Ramón Mifflin, entre otros.
Vale recordar que los aficionados guayaquileños lo pudieron observar el 31 de octubre de 1978 en un partido amistoso en el estadio Modelo (hoy Alberto Spencer) jugando para el Cosmos frente a Barcelona, cuyo resultado fue un empate a un gol, anotaron el italiano Giorgio Chinaglia y Alberto Oyola para los amarillos. No se puede olvidar un duelo sensacional marcando al recordado brasileño Víctor Ephanor. En aquel encuentro, el árbitro Eduardo Rendón se retiró lesionado a los 80 minutos y fue reemplazado por Elías Jácome, quien expulsó a tres jugadores del equipo estadounidense luego de que lo agredieron tras el gol del empate de Barcelona que fue en tiempo adicional.
Los restos del Kaiser, fueron inhumados en un cementerio a dos kilómetros de la casa en la que creció y depositados en la cripta familiar junto a sus padres Franz y Antonie, frente a la lápida de su hijo Stpehan. En el lugar se depositó una cruz y una corona de rosas en forma de corazón con una cinta roja que decía: “Por siempre en nuestros corazones”. (O)