¡Ya no somos tan nais!

Bueno. Ya que estamos entrando en modo Carnaval vamos a divertirnos un poco. Mucho tenemos con las narconoticias y todo el rollo de la corrupción de chapas, jueces, fiscales y ver como los tiguerones activos salen libres a los minutos de que los coshcos los metan al tarro. Pero claro, antes les suministran un poco de palo terapia. ¡Un cariñito no más!

Parece chendo, pero no lo es. ¡Los memes en la política son el goce! Pero cómo no reírse de semejante batraceada al Mashi. Rápido salieron los borregos a defender a su amo, a decir que Noboa es bruto, que no tiene más que remedar al único ser supremo que ha parido este terruño que puso en orden la patria, la tierra sagrada. ¡Hablan incoherencias!

Y es por esas acciones que les va de la patada en las elecciones. Por tratar de subestimar la inteligencia del resto de la clase política. Para tonto no se estudia, les dicen. Vean mijines, que ustedes hayan sido de un partido político que gobernó por varios años, no quiere decir que no exista más gente con inteligencia y capacidad de gestión pública. Y en especial, que no se clave la plata del pueblo.

Hay que bajarse de esa nubecilla y ver más allá del metro cuadrado. En los tiempos de las mentes lúcidas y corazones ardientes había un solo partido que arrasaba con todo. Pero mis queridos iluminatis déjenme decirles que las cosas cambiaron y el electorado también.

Ya no son los nais ni los incredibols de la política. Por eso un pelado presidente les hace horrores por redes y no saben cómo responder. ¡Recurren a la ofensa! Pensaron que una simple figurita de cartón, que implicaba muchas cosas de por medio, no era rival. Pero ahora, que no son gobierno, se dan cuenta y lloran a mares.

Hemos pasado de la época del odio, de la persecución, a una etapa de pokemones, memes, risas y harta bala. Las clases políticas que no miran esta situación vayan no más por la sombrita porque no podrán surfear en la ola de lo cool, de lo trending, de los nais. (O)