TRES ESPACIOS
Gastronómicos en la vía a Barabón conservan los sabores típicos de Cuenca. Tres familias se encargan de conservar las tradiciones.
Barabón es una zona fértil para el turismo y la gastronomía tradicional de Cuenca. Está bañada por las cristalinas aguas del río Yanuncay y goza de las condiciones adecuadas para emprender.
A lo largo de 4,4 kilómetros, hasta la iglesia La Inmaculada de Barabón, unos 13 restaurantes son el reflejo de la realidad que se vive hoy en este espacio. Por su gran riqueza natural, es conocido como el Biocorredor Yanuncay.
En medio de su gran vegetación, los restaurantes de Barabón abren campo a las exigencias culinarias modernas sin perder la esencia del sabor tradicional. Y son familias las que marcan la diferencia en medio de este auge.
La familia Merchán Vázquez, por ejemplo, desde hace 14 años difunde su sazón a través de la venta de comida típica en el restaurante ‘Campana Huaico’. Para ellos es fundamental conservar la tradición.
Desde el nombre, ‘Campana Huaico’, surgido de una leyenda de la zona, hasta la especialidad culinaria de la casa: el caldo de mocho y el cuy, enfatiza Mónica Merchán, una apasionada por el arte culinario y el diseño.
Ella cuenta que su mamá, Olga Vázquez, es la encargada de darle el sabor a cada plato con los ingredientes obtenidos de la zona.
Dice que los productos agroecológicos le dan más sentido a la comida que preparan, gracias a la cosecha que facilitan asociaciones de agroproductores como Apay y la comunidad de Soldados.
Además de las dos especialidades, ofrecen costilla ahumada, pollo, caldos de gallina y de pata, asados y más delicias.
Para los exigentes y curiosos paladares contemporáneos, también hay alternativas en ‘Campana Huaico’. David Merchán, el hijo de los propietarios, se encarga de elaborar postres y cocteles, los más llamativos son el mousse de maracuyá, tiramisú, cheesecake y la torta.
Pero más llamativo aún es el cotectel ‘Huaca’, una bebida con aguardiente, frutos del bosque y oro comestible.
‘Mama Michi’
Y si hablamos de familias, la de doña Mercedes Saguay también tiene su historia.
Muchos reconocen a doña Mercedes como la pionera en la venta de comida en Barabón. Y así ella misma los sostiene. A sus 80 años, aún goza de gran vitalidad.
Aunque ya no cocina, en su memoria están latentes los primeros pasos en la gastronomía en este sector.
Sorprende una revelación. El sacerdote de hace unos 30 años fue quien empujó a la comunidad a potenciar el turismo. “Muchos se reían y no creían”, asegura doña ‘Michi’, como su nuera María Merchán le dice de cariño.
Siguiendo los concejos del sacerdote, doña Mercedes comenzó a vender comida en un pequeño espacio junto a la vía principal que, para entones, era de segundo orden.
Hoy, el hijo de doña Mercedes es quien asumió la responsabilidad de tomar la posta del local ‘Las Delicias de Mama Michi’ y dedicarse a la venta de la especialidad de la casa: el cuy.
Pero, además, incluyen en el menú asados, caldos de mocho, de gallina y de patas, junto con las bebidas tradicionales.
Lo nuevo
Hace un mes, ‘Taitico’ abrió sus puertas en este sector. Hoy es el primer local con el que se encuentra la gente que visita esta zona en busca de experiencias culinarias.
Jhonatan Guamán, encargado de este espacio, cuenta que ‘Taitico’ es el resultado de la herencia familiar de ‘El Escondite’, un restaurante tradicional de Cuenca cuya espe
Cerca de la iglesia La Inmaculada de Barabón, existe el Economuseo Yanuncay, de David Pasaca, para visitar en familia. cialidad es el cuy asado.
Este nuevo restaurante cuenta con tres modernos ambientes rodeados de la abundante vegetación de la zona. Tiene espacios abiertos y cerrados, ideales para disfrutar de una noche a la orilla del río Yanuncay.
La propuesta es tener una carta amplia de sabores tradicionales, con sus especialidades el cuy y los asados. (FCS)-(I)