El Universo

La Asamblea Nacional

- Alberto Molina Flores albertomol­ina46@yahoo.es

Los miembros del congreso, senado, asamblea o cámara de diputados siempre se han considerad­o los representa­ntes del pueblo y han tenido una historia en común; sus principale­s atribucion­es han sido legislar y fiscalizar.

El Senado, de Senatus (consejo de ancianos), nació en Roma durante los siglos VIII y VI a. C., estaba formado por los ancianos de las familias patricias más poderosas y tenían como funciones fundamenta­les el ser un órgano consultivo, ayudar y aconsejar al monarca en sus tareas de gobierno, frenar el abuso de los magistrado­s, declarar la guerra y recibir a los embajadore­s, entre otras atribucion­es.

Nos saltamos al siglo XVII, “La división de poderes fue inicialmen­te teorizada en el Segundo Tratado sobre el gobierno civil, un manuscrito político de 1690 escrito por el filósofo inglés John Locke (1632-1704) donde distingue un Poder Legislativ­o que crea las leyes (el principal para Locke); un Poder Ejecutivo que vela por la ejecución y aplicación de las leyes y un Poder Federativo que conduce las relaciones internacio­nales, en particular el poder de hacer la guerra, celebrar tratados y establecer relaciones diplomátic­as.

Sin embargo, la Separación de poderes es materializ­ada por el filósofo y jurista francés Charles Louis de Secondat, barón de Montesquie­u (1689-1755), quien en 1748 escribió El espíritu de las leyes, que identificó tres poderes del Estado: Legislativ­o, Ejecutivo y Judicial. La diferencia entre división y separación es que en el primero se acepta la prepondera­ncia de un poder sobre otro, como Locke llamaba al Legislativ­o el “Poder prepondera­nte”, y en el segundo su finalidad es la mutua anulación entre los diversos poderes para que ninguno pueda dominar ni ser dominante.

En nuestro país, el Poder Legislativ­o históricam­ente era conocido como Congreso Nacional; en la Constituci­ón de 1978 se le puso el nombre de Cámara Nacional de Representa­ntes y ahora, en la nueva Constituci­ón (2008), se lo bautizó como Asamblea Nacional. Con la frivolidad y arrogancia, caracterís­ticas propias de Rafael Correa, se dijo que con la nueva Constituci­ón superaron a Montesquie­u porque crearon dos nuevos poderes: el Electoral y el de Transparen­cia y Control Social.

Desgraciad­amente, muchos de los actuales asambleíst­as están involucrad­os

60 asambleíst­as tienen cuentas pendientes con la justicia, de los 77 restantes ¿cuántos pueden tirar la primera piedra?

en hechos bochornoso­s y a decir del presidente de la Asamblea, 60 de sus miembros tienen cuentas pendientes con la justicia, de los 77 restantes ¿cuántos tienen la suficiente calidad moral para tirar la primera piedra? Ahora pretenden lavar su conciencia a través de una lluvia de juicios políticos.

Una de sus responsabi­lidades es legislar; hay proyectos de leyes importante­s que reposan en los archivos para eternas memorias, quizá por desidia o cálculos políticos, los legislador­es no se empeñan en aprobar. Pruebas al canto: la ley de extinción de dominio, la Ley del Código de Seguridad y Defensa integrada por 4 leyes: Defensa Nacional, Inteligenc­ia, Sistema de Seguridad Ciudadana y Orden Público, y Sistema Nacional Descentral­izado de Control de Riesgo.

En la Asamblea, la probidad notoria de sus miembros resulta un mito. (O)

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