Defender al ser humano
Creo que la nueva tecnología está destruyendo al ser humano. Gran parte de lo que se está investigando es irse contra la naturaleza, y para los creyentes es irse en contra de lo que Dios nos ha impuesto. Por este criterio he sido criticado en diferentes niveles y han querido convencerme de que soy un retrógrado. Con gran satisfacción me entero que Chile, país latinoamericano por excelencia, impulsa un laboratorio mundial de neuroderecho para hacer frente a los riesgos de la neurotecnología, como la pérdida de privacidad mental y el uso de los avances de la ciencia para producir daños a los seres humanos y a nuestro planeta. El grupo de científicos chilenos define la identidad mental como un derecho que no es manipulable y crea nuevas leyes frente a los riesgos de la neurotecnología. Estoy convencido de que al ponerse en práctica estos nuevos criterios se resguardarán los derechos a la identidad personal, al libre albedrío y a la privacidad mental. La neurociencia retoma y accede al concepto esencial del ser humano como pensamientos, percepciones, emociones y memoria, es decir, todo lo que somos. No podemos permitir que un aparato mecánico regule lo más grande que tiene el ser humano: la mente, el cerebro, haga todo por nosotros y nos convierta en seres inservibles. (O). Marcelo Manuel Lazo Salazar, doctor en Medicina, Guayaquil