USO EFICIENTE DE LA ENERGÍA
Muchas personas que laboran desde casa en la modalidad de teletrabajo, así como los estudiantes que reciben clases vía internet y quienes han iniciado emprendimientos desde el hogar, por efectos de la pandemia, están consumiendo más energía en sus viviendas.
Y aunque el Gobierno asumió el incremento de consumo de electricidad entre marzo y agosto, como medida de compensación por la inconformidad generada al errarse su cálculo durante el confinamiento, las lecturas reales se facturan a partir de septiembre y se reflejarán en las planillas de octubre en adelante.
Si se considera que más personas permanecen en casa y que se inicia la temporada de calor en la Costa, los usuarios deben informarse sobre maneras para hacer un uso eficiente de la energía eléctrica buscando cuidar la economía familiar.
La eficiencia energética o el ‘ahorro de energía’ –cuyo día se conmemora hoy– es el objetivo de reducir la cantidad de energía requerida para proporcionar productos y servicios o utilizarlos; y se logra a través del cambio de hábitos, del uso de tecnologías más eficientes o mediante una combinación de ambos factores.
Economías modernas buscan disminuir el impacto ambiental de la generación de energía a base de combustibles fósiles sustituyéndola con electrificación.
En la Unión Europea, donde casi el 50 % del consumo de energía final se destina a calefacción y refrigeración, se ha legislado para que los edificios se diseñen con el objetivo de hacer un uso óptimo de la energía, tratando de aprovechar las ventajas naturales. En California, Estados Unidos, se apuesta por carros eléctricos alimentados por baterías o por hidrógeno: a partir del 2035 no se venderán vehículos de combustión para particulares, y los comerciales, desde 2045. En Ecuador, una compañía internacional de encomiendas migra su flota de diésel a eléctrica para reducir su huella de carbono en este país.
También las familias deben conversar sobre el uso eficiente de la energía, por su repercusión presente y futura. (O)