Reino Unido pasó del escepticismo a liderar vacunación y normas
El país es el más afectado en Europa por el virus y fue el primero en empezar a vacunar a su población. La reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, recibieron ayer la vacuna.
Sumido en una carrera entre la propagación de la enfermedad y la administración de las vacunas a los grupos de personas más vulnerables, el Reino Unido ha sido no solo el primero en iniciar la vacunación masiva a nivel mundial, sino también el primero en recurrir al reconfinamiento en algunos de sus territorios para intentar controlar la enfermedad.
Hasta el momento, Reino Unido ha registrado en total 2,8 millones de contagios y más de 77.300 muertes desde inicios de la pandemia. Estas cifras lo han convertido en el país más castigado de Europa, y también en el que se detectó una nueva cepa del virus que atemoriza al mundo por tener una capacidad de infección más veloz.
Tras iniciar su campaña de vacunación el 8 de diciembre, el país ya ha inoculado a casi 1,5 millones de personas. De momento cuenta con tres vacunas aprobadas: la de Pfizer/BioNTech; la de AstraZeneca/Oxford, defendida con orgullo como la “vacuna nacional” y que tiene pedidas más de 100 millones de dosis; y la de Moderna, aprobada ayer.
El primer ministro Boris
Johnson se ha marcado el objetivo de vacunar hasta mediados de febrero a todos los mayores de 70 años, además de a los trabajadores sanitarios; en total, unos 14 millones de personas, de una población total de 66 millones.
La reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, recibieron ayer su primera inyección de la vacuna contra el nuevo coronavirus, indicó el Palacio de Buckingham.
Del alcance que tenga esta vacunación va a depender el
El 8 de diciembre, el Reino Unido empezó su campaña de vacunación masiva.
largo confinamiento, que solo terminará con una “desescalada gradual”, según Johnson.
Al defender la medida en una intervención ante el Parlamento, donde fue aprobada, el premier aseguró que no le ha quedado “más opción” que volver a ordenar a la población que se quede en casa y cerrar los colegios, al tiempo que adelantó que las duras restricciones podrían alargarse hasta finales de marzo.
Johnson ha dicho que en estos momentos la administración de las vacunas a los más vulnerables es el principal objetivo. “Tras el maratón del pasado año, ahora estamos en una carrera para vacunar a los más vulnerables de manera más rápida que lo que tarda el virus en alcanzarnos”, señaló.
La pandemia ha dejado más de 1,9 millones de fallecidos y unos 88,8 millones de contagiados en todo el mundo desde su aparición en China a finales de 2019, según un balance de la AFP realizado ayer con datos oficiales.
Ante el rechazo que las medidas pudieran tener entre los ingleses, el dirigente indicó que habrá una “revisión continua” de las medidas, que se supervisarán cada quince días, y aseguró que las escuelas serán los primeros lugares que reabrirán cuando se empiecen a rebajar restricciones.
No obstante, la oposición, pese a que respaldó con sus votos el tercer confinamiento que vive el país, ha sido dura con el primer ministro.
“No es mala suerte. No era algo inevitable, sino que sigue un patrón. En la primera ola el Gobierno ya fue demasiado lento al actuar”, señaló Keir Starmer, líder de la oposición.
Al inicio de la pandemia, Johnson, de 55 años, mostró la postura de otros líderes como el presidente de EE. UU., Donald Trump, o el brasileño Jair Bolsonaro, quienes subestimaban la gravedad de la nueva enfermedad.
“Estoy dándome la mano continuamente. La otra noche estuve en un hospital donde creo que en realidad había unos pocos pacientes con coronavirus y estreché la mano de todos, estarán encantados de saberlo”, dijo el premier en marzo, cuando el COVID-19 comenzaba a propagarse.
En Inglaterra, una de cada 50 personas está infectada por el nuevo coronavirus.
Sin embargo, en ese mismo mes, Johnson pasó de ser un escéptico del coronavirus a una víctima, pues se contagió. Y luego de haber estado en cuidados intensivos y haber superado la enfermedad, su postura dio un giro total y empezó a mostrar gran preocupación.
Reino Unido está registrando en promedio más de 60.000 nuevos casos diarios, y esta semana también reportó un récord de más de 1.000 muertos en 24 horas por el virus, cifra que ya había alcanzado en abril del 2020. (I)