AMENAZA DE BOMBA POSTERGÓ DILIGENCIAS.
La suegra empezaba a declarar cuando los desalojaron. Una hora después ya no se presentó el suegro.
Los suegros de Lissbeth Baquerizo, ‘víctima de femicidio en Guayaquil’, no pudieron declarar al igual que sus cuñados porque la sala de audiencias fue desalojada.
Los suegros de Lissbeth Baquerizo, la más reciente víctima de femicidio en Guayaquil, acababan de llegar a la Fiscalía para dar sus versiones cuando una llamada anónima alertó al ECU-911 de una supuesta bomba en el edificio ubicado junto a la iglesia La Merced.
Los padres de la fallecida aseguran que los suegros de su hija entraron resguardados y luego salieron en medio de cientos de funcionarios que desalojaron el edificio, a las 10:00.
Una media hora después, cerca de las 10:30, equipos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) descartaron la presencia de explosivos. Inmediatamente el paso vehicular se reanudó en la zona céntrica que había sido bloqueada.
“Las diligencias que se desarrollaban y que estaban previstas quedaron suspendidas, para garantizar la seguridad de servidores y usuarios”, detalló la Fiscalía en redes sociales, sin embargo, se retomaron las actividades normales a las 11:00.
El abogado de la familia Baquerizo, Silvio Enríquez, mencionó que a las 09:00 le tocaba dar su versión a la madre del esposo de Lisbeth, Luis H., el principal sospechoso de su femicidio. “La señora vino y empezó su versión pero... ¡oh sorpresa!, justo en ese momento se dio el aviso de bomba y se suspendió la diligencia, que debe ser convocada por el fiscal para una nueva fecha.
A las 11:00 debía presentarse el suegro de Lisbeth, pero no llegó. En este caso se sentó una razón y también se determinará una nueva fecha.
El abogado Enríquez dijo que el padre del sospechoso ha sido señalado como una de las personas que quiso convencer a los padres de Lisbeth para que no se haga la autopsia y para que se la entierre de inmediato el 22 de diciembre.
Los hermanos de Luis H. también debían acudir a la Fiscalía ayer para rendir sus versiones. Uno de ellos habría ayudado a escapar de la Policía al sospechoso.
En este caso de femicidio, el viernes una jueza de la Unidad
Se dará nueva fecha para versiones de suegros y cuñados de la víctima.
Especializada de Violencia contra la Mujer dictó prisión preventiva para Marlon E. M., el médico que habría certificado la causa de muerte de Lisbeth Baquerizo.
La mujer, de 30 años, fue asesinada a golpes en su casa, reveló luego la autopsia, pero se intentó pasar su muerte como accidental tras una supuesta caída por la escalera.
El médico fue detenido cuando acudió a la Fiscalía a dar su versión por los hechos que ocurrieron el 21 de diciembre de 2020 en una vivienda de la urbanización Puerto Azul.
La Fiscalía procesó al galeno por el delito de femicidio, en calidad de cómplice, se dijo.
En la audiencia, en la Unidad Judicial Florida Norte, el fiscal Luis Machado expuso ante la jueza varios elementos de convicción, como la denuncia de los padres de la víctima; versiones de testigos; el informe de la autopsia; el reconocimiento del lugar de los hechos, donde se descubrió que la escena fue montada; el formulario de defunción, donde el médico detenido señala que murió por infarto y falla renal.
También se revisó la versión del procesado Marlon E. M., el informe del levantamiento del cadáver, la versión del médico legista de Criminalística y el informe emitido por la Policía.
El informe de la autopsia señala que la mujer de 30 años murió por un traumatismo craneoencefálico, a causa de dos heridas provocadas con un objeto contundente. Es decir, habría recibido golpes con un objeto pesado y con filo, el cual aún no es hallado.
El legista además descubrió que las heridas habían sido selladas con pegamento y que con el pelo las taparon para que la familia de ella no las notara. Se presume que la bañaron, pues tenía el pelo húmedo.
La Policía reveló que la escena al pie de la escalera era montada, pues tras la prueba de luminol se descubrió sangre en otros sectores de la casa.
La jueza dispuso medidas de protección para los padres y la hermana de la fallecida, la prohibición del procesado de acercarse y realizar actos de intimidación a la familia (o a través de terceros), y atención médica y psicológica.
Además del crimen, se investiga fraude procesal y el intento de homicidio a un policía que casi es atropellado cuando el supuesto femicida huía. (I)