Inmunidad colectiva ante COVID-19 no se alcanzará este año, afirma la OMS
La campaña masiva de vacunación para enfrentar el COVID-19 no será suficiente para controlar la pandemia este año, advierte la Organización Mundial de la Salud.
Las campañas masivas de vacunación, con las que los países buscan hacer frente a un galopante avance del COVID-19, no serán suficientes para garantizar la inmunidad colectiva o de rebaño en 2021, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS), que esta semana es esperada en China, un año después del anuncio del primero de los casi dos millones de muertos por la pandemia.
En el mundo, el COVID-19 ha infectado a más de 90 millones de personas y la cifra de fallecidos llega a 1,94 millones.
La agencia de la ONU advirtió que el uso de mascarillas, el distanciamiento y la higiene seguirán siendo el día a día de la humanidad “al menos hasta el fin de este año”.
“No vamos a alcanzar ningún nivel de inmunidad de la población o inmunidad de rebaño en 2021”, declaró la jefa de científicos de la OMS, Soumya Swaminathan, y agregó que la distribución de las vacunas “toma tiempo”.
En estos días, la compañía alemana BioNTech dijo que podría producir millones de dosis de su vacuna, más lo que esperaba inicialmente este año, aumentando la producción de 1.300 millones a 2.000 millones, lo que elevó las esperanzas de los gobernantes.
Pero la compañía, que se asoció con la empresa estadounidense Pfizer para producir la primera vacuna aprobada en Occidente, también advirtió que el COVID-19 “probablemente se convertirá en una enfermedad endémica”.
Las vacunas tendrán que luchar contra la aparición de nuevas variantes virales y una “respuesta inmunológica natural menguante”, dijo la OMS.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo además que la agencia “fue informada por Japón el fin de semana de una nueva variante del virus”.
En estos momentos, los contagios están aumentando en toda Europa y también en Latinoamérica, mientras Reino Unido se enfrenta al avance de una variante del virus que cada día amenaza con provocar un nuevo colapso de hospitales.
El domingo, Rusia confirmó su primer caso de la misma nueva variante del COVID-19 y el lunes lo hizo Ecuador. Científicos estiman que esta nueva variante sería mucho más contagiosa que la convencional.
En Portugal, que registra nuevos récords de muertes y hospitalizaciones, el Gobierno decretará algo muy similar al primer confinamiento de marzo; y Líbano decidió imponer un toque de queda total durante once días a partir del jueves y limitar los vuelos procedentes de países de alto riesgo, en un intento de frenar la propagación del coronavirus.
En tanto, en México, que ocupa el cuarto lugar entre los países con mayor número de muertes y el segundo en la región, la pandemia ha dejado los hospitales en un estado “crítico”, con los paramédicos luchando incluso por encontrar camas para pacientes.
Hasta ahora, China ha logrado controlar en gran medida el virus, y toma medidas estrictas para acabar con los brotes: más de medio millón de personas fueron confinadas en Pekín el lunes para acabar con unos pocos casos.
A un año exacto desde que Pekín confirmó su primera muerte en la ciudad central de Wuhan, un equipo de expertos de la OMS llegará finalmente esta semana a China para iniciar la investigación sobre el origen del coronavirus.
Esta investigación ha sido, desde el inicio de la emergencia sanitaria, un objeto de presión internacional, especialmente de Estados Unidos y Australia, quienes han exigido una investigación independiente. No obstante, la visita de la OMS es muy sensible para el régimen chino, preocupado por evitar cualquier responsabilidad en la epidemia que ha trastocado el planeta.
“Se trata de comprender los orígenes de la pandemia, no de encontrar un responsable”, declaró el director de cuestiones de emergencia sanitaria de la OMS, Michael Ryan. (I)