La caducidad
La caducidad tiene varias acepciones e interpretaciones según lo que se trate. En materia jurídica, las leyes caducan generalmente por falta de su aplicación en el tiempo, pero se mantienen vigentes hasta que hayan sido legalmente derogadas, por acto administrativo o legislativo. Podrían ser que algunas resuciten, pero es solo excepcionalmente. En materia de medicinas, estas también tienen fecha de caducidad. Generalmente tienen vigencia de uno a dos años según la medicina que se trate, y esta fecha (de caducidad) es impresa en el empaque del producto por el fabricante. Leí que una investigación con respaldo de la academia (estudios universitarios) concluían que la fecha de caducidad que es establecida por el fabricante, se hace con la intención de que el usuario deje de utilizar el medicamento y lo compre luego cada cierto tiempo, y lo repita mientras dura el síntoma o la enfermedad; algo así como técnica de marketing. Según tales estudios, la caducidad de medicamentos bien pudieran ser efectivos y eficaces hasta uno a cinco años después de la fecha indicada por el fabricante para que pierdan definitivamente su eficacia médica. De ser cierto este estudio académico, los productos caducados, guardados en las bodegas de medicinas del IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) podrían, muchos, mantener su vigencia y eficacia en los tiempos actuales pese a la caducidad establecida por el fabricante. No podríamos jamás generalizar esta teoría y habría que analizar diversos remedios para su examinación pericial y profesional por médicos especialistas. Si los medicamentos encontrados caducados en las bodegas del IESS fueran declarados inservibles, habría una pérdida de alrededor de $ 5 millones, sería un crimen más tipo de lesa humanidad que tendrá ocupados a peritos, fiscales, jueces. (O) Sucre Calderón Calderón, abogado, Guayaquil