Discurso aberrante
En la gran cantidad de clichés y frases acuñadas por la izquierda marxista latinoamericana, de la cual el socialismo del siglo XXI (SSXXI) es su actual buque insignia, y la FaRC, familia revolución ciudadana, su embajadora plenipotenciaria en el Ecuador, pocos términos son tan usados como “el imperio”. Cuántas veces lo hemos oído. Deleita a Evo, sublima a Daniel Ortega, eleva a Maduro al olimpo de la idiotez, y así con todos estos villanos.
Término difícil de comprender, pero ciertamente tiene a los EE. UU. en el centro de la discusión, al FMI, el Banco Mundial, el BID, la banca internacional, los mercados de capitales, las transnacionales como elementos fundamentales de apoyo al “imperio”.
Pues veamos a ese “imperio” en los últimos doce meses, frente a la realidad del Ecuador y su pandemia.
Si no hubiesen existido los créditos blandos, de largo plazo y bajas tasas del BID, del Banco mundial, y por sobre todo del supuestamente más perverso de ellos, el FMI, que es el que más aportó, estaríamos muriéndonos de hambre y en un caos social sin precedentes.
Los que según dicen son los más perversos integrantes de todos estos seguidores del imperio, aquellos que están en su corazón, esto es los inversionistas de Wall Street, nos ampliaron el plazo de la deuda de bonos al triple de años, nos bajaron a casi la mitad la tasa de interés y nos hicieron un pequeño descuento de capital.
Y ahora, directamente el “imperio en sí mismo”, a través del DFC, corporación financiera para el desarrollo, esto es el mismísimo Gobierno de los EE. UU., nos otorga 3.500 millones, a una tasa de interés de menos del 3 %, a 8 años plazo, para deshacernos de deuda cara. Un alivio excepcional, extraordinario, en momentos muy duros del país.
¿Y cómo se ha portado la República Popular China (el nombre en inglés es República del pueblo de la China) en esta época? No nos ha refinanciado la deuda petrolera, que está al 7 % garantizada con un petróleo que nos compran muy mal pagado como tantas veces se ha denunciado. Nos ha dado cero, sí, cero recursos frescos en medio de esta crisis. Y esos son a quienes los embajadores plenipotenciarios del SSXXI en el Ecuador buscaron desesperadamente, para librarnos “del imperio”. Ojalá esa deuda nefasta garantizada con petróleo se
Ojalá que empecemos a ver las cosas con realismo y no con el fanatismo ideológico e irreal de los socialistas del siglo XXI.
pueda pagar con estos recursos que vienen. Lamentablemente, tendremos que seguir vendiéndoles el petróleo, porque hay un contrato firmado, y los contratos se tienen que honrar, y ningún país debe romper lo que ha firmado. Pero por lo menos habremos salido de un crédito que, dadas las garantías, siempre fue de usura.
Este extraordinario crédito que se ha conseguido, que merece un aplauso nacional, no es solamente un gran alivio para el país. Es una ocasión para meditar sobre el cacareo irresponsable de quienes, con clichés y frases preconcebidas, han inundado de irrealidad, sueños de perro y engaño a las masas, y entender que el régimen comunista de la “república del pueblo de la China” tiene mucho menos corazón que los “lobos de Wall Street”.
Ojalá que empecemos a ver las cosas con realismo y no con el fanatismo ideológico e irreal de los socialistas del siglo XXI. (O)