Arquitectos del destino
Alguien tiene que decirlo educando al pueblo para que recuerde la década perdida de burla a la Asamblea, desconocimiento de legisladores que fueron destituidos y remplazados por otros bajo cierta tutela; no pago de la deuda externa; atentados a los mandantes que no compartían cierta forma de gobernar; egocentrismo; aumento de tributos a la salida de divisas; retorno de inversionistas a sus países y la pérdida de trabajos para ecuatorianos; ‘yo decreto leyes, busca tú quien las aplique’, afectando a los que laboraban como personal doméstico en hogares; eliminación de fuentes de trabajo de empresas; prebendas; se rotaron de puesto en puesto pagándose así el aporte brindado en la campaña, y el pueblo recibió dádivas en salud y educación; sobreprecios en la contratación pública; despilfarro del dinero... Eso ha sido catorce años de enriquecerse a costa del proletariado. En elecciones, queda una esperanza de salir de la pobreza, el desempleo... y ser los arquitectos de nuestro propio destino. (O) Johnny Alipio Cedeño García, Guayaquil