TUVO VARIAS POLÉMICAS EN SU VIDA
El príncipe Felipe también era conocido por causar algunas polémicas con sus palabras y acciones. Y se consideraba que tenía “poco tacto”.
Al inicio del reinado de Isabel II y ante el relego de su importancia, se dedicó a las fiestas. Además ante la imposibilidad de que su apellido sea el primero en sus dos hijos mayores dijo a sus amigos: "Soy el único hombre en este país que no puede darle a sus hijos su nombre... No soy más que una ameba".
Algunos críticos se han referido en alguna ocasión a fricciones en el matrimonio, pero la reina acalló los rumores concediendo a su esposo el título de príncipe en 1957 y, tres años después, dispuso que sus descendientes por línea masculina que no fuesen príncipes u ostentasen el trato de Alteza Real llevasen el apellido Mountbatten-Windsor.
Una vez le preguntó a un aborigen australiano sí todavía se lanceaban.
También, pese a ser un defensor de la naturaleza le gustaba la caza, llegando incluso a cazar un tigre en India.
Un ejemplo de su poca delicadeza fue que en 1986 lo acusaron de hacer comentarios insensibles cuando les dijo a un grupo de estudiantes británicos en China que si se quedaban mucho tiempo se les rasgarían los ojos.
Mientras que en 2002 en Australia le preguntó a un aborigen si aún se lanzaban lanzas entre ellos.
Quienes lo defendían decían que él era producto de una cierta época y que a veces sus bromas o actos no iban con las nuevas formas.
“No puedo cambiar de repente mi manera de hacer las cosas, no puedo cambiar mis intereses o la forma en que reacciono a las cosas. Ese es solo mi estilo”, dijo Felipe una vez a la BBC.
El duque se retiró de la vida pública en 2017, luego de 22.219 actos oficiales solo.