La Pisada Roja que inspiró a jóvenes emprendedores en la venta de calzado
Sesenta comerciantes de dos fábricas de Ambato son los que confeccionan los zapatos deportivos.
Luciendo una leva y zapatos deportivos de color rojo y la música de fondo de la famosa canción Bad, de Michael Jackson, el ahora presidente electo Guillermo Lasso estrenó el 25 de febrero pasado su ingreso a la red social Tik Tok para anunciar que estaba en la segunda vuelta electoral.
Esos 9 segundos bastaron para que en poco tiempo captara la atención de muchos en las redes sociales, entre ellos los hermanos Sebastián y Julián Alvarado, dos quiteños de 25 y 22 años, en su orden, que vieron la oportunidad de iniciar un emprendimiento y crearon el concepto de pisadaroja.ec.
Sebastián, un ingeniero en software, cuenta que comenzaron a ver en las redes sociales los comentarios y la gente que cada vez se mostraba luciendo zapatos rojos. “Empezaba a posicionarse como un símbolo de unidad, de esa unidad que queremos todos los ecuatorianos. Nos dimos cuenta de la tendencia y dijimos es una buena oportunidad para crear algo que la gente pueda unirse y sentirse parte de...”, dice.
Señala que su familia ha estado involucrada en la industria del calzado “toda la vida”, por lo que al iniciar esta idea viajaron a Ambato y se contactaron con artesanos de dos fábricas, cada una de treinta personas, para elaborar el modelo de zapatos como el que tenía el candidato.
Expresa que se arriesgaron a invertir y se confeccionaron 120 pares de buena calidad para ver si lograban venderlos. Promocionaron las ventas en redes sociales y páginas web, para entregar a domicilio sin recarga, a un costo de $ 35 y con la oferta de si lleva dos el valor es de $ 60.
Tuvieron una alta demanda y ya han vendido 3.500 pares y tienen unos 400 pedidos de personas que los quieren usar para el día de la posesión.
Dice que la acogida superó
Creadores de iniciativa dicen que quieren fomentar unidad en país.
sus expectativas, tanto que la semana pasada cerraron la página porque no tenían stock ya que son un grupo pequeño. Hoy nuevamente se activaron en redes y empiezan a confirmar pedidos.
Sol Peñaherrera, que es parte del equipo que lo integran ocho jóvenes y maneja el proyecto desde Guayaquil, menciona que además de generar ventas despertaron una esperanza en la gente.
Comenta que una madre de familia que trabaja con ellos les contó que un día en que el personal estaba cansado uno de los trabajadores de la fábrica se levantó y los animó diciendo: “Sigamos porque vamos a demostrar que nuestros productos son de calidad”. (I)