BARCELONA CAYÓ EN LA COPA LIBERTADORES.
Un gol en los primeros minutos del partido condenó a los toreros a la derrota en la ida de los octavos de final.
El campeón ecuatoriano no pudo sacar un buen resultado y perdió 1-0 en su visita al Vélez Sarsfield argentino, en el juego de ida por la ronda de los octavos de final.
Barcelona cayó anoche 1-0 frente a Vélez Sarsfield, en un discreto partido de ida de octavos de final de la Copa Libertadores jugado en el estadio José Amalfitani, en Buenos Aires.
Juan Martín Lucero a los seis minutos, de cabeza, anotó el gol de la victoria para los dueños de casa.
La revancha se jugará el miércoles 21 de julio en Guayaquil, y el ganador de esta serie se enfrentará en cuartos de final con el vencedor de la llave que disputan Cerro Porteño y Fluminense.
No tardó nada el local en sacar ventaja, ya que en su primera llegada franca abrió la cuenta, con un muy buen centro de Tomás Guidara desde la derecha que Lucero cabeceó en el primer palo para cambiarle el rumbo y batir al portero canario Javier Burrai.
Durante un buen rato el partido estuvo a merced de Vélez, que se mostraba más incisivo, con capacidad para presionar alto o en el medio con una activa participación del movedizo Ricardo Centurión, además de encontrar espacios por el carril derecho con las subidas de Guidara.
Desordenado, Barcelona se mostró sin brújula en ataque, falto de ideas para saber qué hacer cuando tenía la pelota en su poder, y naufragaba con facilidad cada vez que se aproximaba al área local, a tal punto que su único remate al arco en todo el primer tiempo fue un disparo frontal de Nixon Molina desde larga distancia que el arquero Lucas Hoyos controló sin mayores problemas.
El entrenador Fabián Bustos mandó a los toreros a jugar más adelante en el comienzo de la segunda mitad, mientras que Vélez se mostraba más replegado, pero todo dentro de un juego cargado de imprecisiones y errores en la distribución de la pelota.
Con un juego lento pero más asociado, el club ecuatoriano pasó a dominar el partido ante un equipo local falto de reacción y cada vez más encerrado en su campo, y aun cuando tenía por delante un terreno amplio para explotar de contraataque, tampoco podía tener la pelota como lo había hecho en el primer tramo del compromiso.
Así, la visita empezó a merodear el empate, que casi llega con un zurdazo de Damián Díaz desde la medialuna que rozó el larguero (71 minutos).
Sobre el final, el cuadro torero arrinconó a su rival que evitó el empate.