La enfermedad del olvido, el alzhéimer
¿Qué somos?, y ¿por qué dejamos de ser, dejamos de pensar? Vino una persona a quien conocí alegre, inteligente, amorosa con su esposo y sus hijos. Estaba casi desnutrida, no me conoció, irritable, no se dejaba tratar. Sus hijas dijeron no quiere comer, pasa intranquila, no duerme, está desorientada. Me respondí, es demencia senil o alzhéimer.
El alzhéimer, la enfermedad del olvido, se pierde la memoria, dejamos de hacer para convertirnos en dependientes de otros, otros deben pensar por nosotros. A cualquiera nos puede pasar dada la medida de la vulnerabilidad del ser humano, su final. Casi siempre volvemos a nuestros orígenes y a ser niños con necesidades, que nos atiendan; dejamos de pensar y soñar para adentrarnos en la soledad del silencio. La enfermedad de Alzheimer es más poderosa que el poder. Leía cómo un expresidente de la nación más poderosa del mundo se ingería sus heces.
El engaño es creer que todo lo que vemos y hacemos es la verdad. Sin embargo, todo lo podemos olvidar en un momento. El viento no mueve las cosas, es su mente y cuando deja de funcionar nada se mueve, todo es ilusión.
“Doctor, mi mamá se orina y se hace la deposición”, ¿usted no se hacía lo mismo de niña?, le dije. Ahora le toca a usted. Es como una lección para retribuir servicios. ¿Qué es alzhéimer? Puede aparecer a los 40 años. Es una degeneración de una proteína amiloidea que impide la conexión entre las neuronas, ahí se origina el caos, se comienza a olvidar las cosas, los nombres, dónde dejó el carro, las llaves, etc. El tratamiento mientras más temprano, mejor. Ejercitemos el cerebro. Hay remedios que ayudan. Una buena enfermera que sepa el asunto puede cuidarlos, o busque un centro de salud especializado, pero vea que los traten con mucho amor. No olvidar que en el bello peregrinar de la vida se incluye el misterio como parte del destino. (O)
Alexander Cajas Salvatierra, doctor en Medicina, Milagro
No olvidar que en el bello peregrinar de la vida se incluye el misterio, como parte fundamental del destino.