‘Sospechas’ en torno a la medida con la que Pablo Romero salió de la cárcel
El momento político en el que se concede la medida cautelar genera dudas en Fernando Balda.
Una segunda boleta de excarcelación en la que el juez Jhon Rodríguez, de la Unidad Judicial Multicompetente de Yaguachi (Guayas), subsanó las inconsistencias señaladas por el SNAI permitió la tarde del miércoles la salida de la cárcel del exsecretario de Inteligencia (Senain) del gobierno de Rafael Correa, Pablo Romero.
La salida del exfuncionario correísta de la Cárcel 4, en Quito, se dio a tres años y un mes de que fue ingresado en un Centro de Privación de la Libertad (CPL) en Ecuador, debido a que tenía un llamado a juicio en suspenso por el delito de plagio realizado en Colombia, en el 2012, contra el activista Fernando Balda.
Seis meses después de ser extraditado a Ecuador desde España, en agosto del 2020 de forma unánime un Tribunal de la Corte Nacional de Justicia condenó a Romero a nueve años de cárcel como autor mediato del plagio. La Sala en su resolución determinó que él “obró con el ánimo de causar daño” y que su conducta “fue dolosa”.
Como parte del pedido de medida cautelar provisional la defensa de Romero señaló que su cliente mantenía una fractura en la muñeca, tuberculosis pulmonar, desnutrición, diabetes, hiperglucemia e insuficiencia renal crónica. Ante ello el juez Rodríguez explicó que disponía la libertad del solicitante hasta que el CPL demuestre que cuenta con el equipamiento y médicos especializados para atender esos temas de salud.
El juez de Yaguachi dispuso que mientras se mantenga la medida cautelar provisional, Romero debe presentarse cada quince días ante la autoridad competente y tiene prohibido salir del país.
Sobre este punto, el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) señaló que solicitará al juez que analice la posibilidad de que a las medidas impuestas se sume el uso de grillete electrónico.
Aparte de estos pedidos, el SNAI informó que presentó ante el juez de Yaguachi el pedido de revocatoria de la medida cautelar provisional dada a Romero.
La víctima de este secuestro, Fernando Balda, mediante un boletín de prensa publicado en su Twitter sostuvo que el objetivo de Romero será la fuga. Recordó que ya registró un intento en España, el cual se habría frustrado con la alerta a los servicios de inteligencia española y la posterior extradición a Ecuador.
Balda calificó al juez Rodríguez como un “instrumento de lo delictuoso” y no un funcionario que trabaje en pro de la justicia. “Si liberan a Pablo Romero, el daño no me lo harán solo a mí, sino a todas sus otras víctimas y a todo el país. Además sería un gravísimo precedente antijurídico de debilitamiento de las instituciones que muestran al Ecuador sin estabilidad ni seguridad jurídica”.
El momento político en el que se solicita y se concede la medida cautelar a Pablo Romero le genera sospechas a Fernando Balda. Él espera que esta situación no sea parte de las “negociaciones” para evitar el juicio político que se busca plantear desde la Asamblea, de mayoría correísta y socialcristiana, al presidente Guillermo Lasso.
“Lo que está claro es que, ante la debilidad del gobierno frente a lo político, el correísmo aprovecha cada oportunidad”, sostuvo Balda.
El expresidente Correa también usó Twitter para referirse
El SNAI insistirá en que el condenado utilice un grillete electrónico.
a la liberación de Romero. El líder de la Revolución Ciudadana, quien mantiene un llamado a juicio en suspenso por también haber participado en el secuestro de Balda, señaló: “Caso Balda fue otra de las grandes farsas. Convirtieron en un “opositor político” a un vulgar delincuente. Ya falta poco...”.
El legislador independiente Fernando Villavicencio insistió en que si esto que está sucediendo con Romero, así como lo que ocurrió antes con la salida de prisión del exvicepresidente Jorge Glas y del ex secretario jurídico Alexis Mera, no es parte de un entendimiento político, aquí lo que existe es una “maldición” contra el país.