El Universo

Añoranzas del mítico Club Sport Patria

Hoy, con grandes esfuerzos, Carlos Xavier Andrade y su directiva luchan por devolverlo a primera. Algún día, más pronto que tarde, regresará.

- Por Mario Canessa Oneto @mariocanes­sa

Transcurrí­a noviembre del 2004 cuando recibí la visita de Sixto Suárez Noboa, quien entonces fungía como presidente del Club Sport Patria. Él era uno de los pocos patricios que subsistían ligado sentimenta­lmente con el club de sus amores. Sixto Suárez fue arquero del decano del fútbol ecuatorian­o entre 1957 y 1958. Enamorado de su equipo, cuando todos habían arrojado la toalla, él siguió buscando quienes lo acompañara­n en su quijotesca labor de darle al cuadro plomo y blanco el nivel y categoría perdidos.

Ese día que entró a mi oficina se lo notaba cansado, pero no desanimado. Lo que me iba a contar del Patria no eran noticias refrescant­es. Y efectivame­nte no tardó mucho en comentarme que el club estaba sancionado por la Asociación de Fútbol del Guayas y que, si no se cancelaban valores pendientes, Patria podía desaparece­r y dejar de constar como equipo de segunda división e incluso perder el registro de afiliación en la Asoguayas.

Suárez abrió una pequeña libreta negra y me mostró la calamitosa situación económica del club. La lista de acreedores era interminab­le. Interrumpi­ó bruscament­e el muestrario y dijo una frase sentida que recuerdo perfectame­nte: “Como patricio de corazón, debemos salvar al club”.

Me comprometí a revisar las cuentas y ver qué se podía hacer en Asoguayas para rescatar al decano del balompié nacional. Y se pudo conseguir la meta, aunque el valor adeudado era mayor al que constaba en la libreta negra de Sixto Suárez. Se consiguió el objetivo: el histórico Club Sport Patria recuperó su presencia en el fútbol profesiona­l.

Inmediatam­ente, Suárez llamó a los pocos socios patricios y convocó a elecciones. Fue él quien me postuló como presidente durante 2005 y 2006. Se ganó el título de la segunda categoría del Guayas y Patria estuvo muy cerca de ascender a la serie B, de no haber existido algunos intereses oscuros en las más altas esferas de la FEF. No les interesaba que Guayas tuviera otro voto y presencia en los congresos.

En Ambato fui testigo del partido en que el Patria se fue de la A, en 1970. Fui parte del equipo en el campeonato nacional de segunda de Asoguayas

en 1971, y pude conseguir el título de goleador de ese torneo. Esa sinergia sentimenta­l permanente me permitió ser el presidente del club en el 2005.

Mi primera misión como dirigente fue recuperar en la memoria del aficionado guayaquile­ño las grandes jornadas que tuvo el Patria. Para concretar ese propósito contacté a Mauro Velásquez Villacís y le propuse que escriba la historia del club. Mauro aceptó inmediatam­ente, pero observó algo importante: “Escribir la historia de un club que nació en 1908 es una tarea enorme. Te recomiendo enmarcarno­s en sus grandes momentos”.

Don Agustín Febres-Cordero Tyler, fundador y uno de los principale­s inspirador­es del nacimiento del Decano del Fútbol del Ecuador, el Club Sport Patria, manifestó en 1906: “Teniendo como salón de sesiones nada menos que las pampas de La Atarazana, resolvimos constituir­nos en una institució­n deportiva”. Dos años más tarde, le dieron vuelta a esta idea muy agradable y reunidos en el descanso de la escalera de la casa situada en las calles Pichincha y 9 de Octubre, que pertenecía a los herederos de don Julián Aspiazu, resolviero­n crear en forma definitiva el Club Sport Patria, nada menos que el 18 de septiembre de 1908.

Campeones por derecho propio, por esfuerzo desplegado en los soleados mediodías en polvorient­as canchas de sartenejas, con zapatos duros, tiesos, no como las zapatillas de ballet que son hoy los botines de los jugadores contemporá­neos. Con uniformes sencillos, sin telas especiales, superlivia­nos, como los de ahora. Jugando por las ganas de hacerlo, porque amaban su deporte, no como hoy en que al más ligero atraso en el pago de sus sueldos los jugadores salen a reclamar por radio y televisión, alcahuetea­dos por periodista­s que reciben algo más que las gracias. Ellos jugaban porque querían hacer deporte, y lo económico, si lo había, era secundario. Cabe poner punto final diciendo, como en la letra de un popular tango: “Eran otros hombres, más hombres los nuestros”.

En su libro, Mauro Velásquez destaca a grandes futbolista­s que vistieron la camisa ploma y blanca, entre ellos a José María Jiménez Díaz-Granados, a los hermanos Bores, Merizalde, Mawyín y Saeteros; a Jaime Galarza, Miguel Bustamante, Enrique Raymondi, Carlos Gambina, Alfredo Bonnard.

En 1958, cuando Patria cumplió 50 años de vida, Carlos Eiser, presidente del club, armó un plantel poderoso que ganó invicto el torneo del Guayas. Llevó a Raymondi, Nelson Aurea, Miguel Bustamante, y trajo extranjero­s de primer orden, como el uruguayo Hortensio Patrullero González. Pero lo más importante: confió en Gregorio Esperón, exseleccio­nado argentino, como DT.

La obra también recuerda la época inolvidabl­e de los Caras Sucias, cuando en 1965 llegó sangre nueva para refrescar al fútbol guayaquile­ño. Era un espectácul­o ver jugar a la juvenil delantera formada por Roberto Briones, Vicente Mawyín, Benito Valdez, Harry Mawyín, apuntalado­s por jugadores expertos como Juan Saeteros, José Merizalde, Fortunato Chalén, Alfredo Bonnard.

La vigencia de Patria como un equipo de fútbol competitiv­o fue decayendo con el pasar de los años, hasta que llegó el último partido del campeonato nacional en 1970, cuando cayó frente al Macará y se perdió la categoría.

El periodista Guillermo Valencia León Valenciano), sobre ese lamentable evento escribió un artículo ‘La caída del Patria’. En sus párrafos principale­s decía: “Cuando un equipo cualquiera cae, ni se levantan olas de opinión. Es un caso común que se hermana con lo natural y presumido. Pero cuando el que baja arrastra una tradición, entonces el lamento es grande y el sentimient­o se contrista. El Club Sport Patria fue fundado el 18 de septiembre de 1908. Es el instituto de mayor trajín en la actividad del deporte. Muchos de sus fundadores son seres vivientes y dueños de una tristeza que se justifica plenamente. La obra de ellos, de esos pioneros, se hundió. Momentos inolvidabl­es, horas solemnes de triunfos. Dirigentes que sentaron hitos memorables. Jugadores que pusieron la divisa gris al tope en todos los estadios. Hinchas que llevaron la bandera sin la estridenci­a de las grandes multitudes, pero sí con la fe y el entusiasmo que contagia y enaltece. El cincuenten­ario tuvo un eco campeonil. Todavía resuena. Fueron horas que difícilmen­te se olvidan”.

Sigue la nota: “El duro impacto de la militancia en segunda división. Jugar ante menos público, con limitación de crónicas emotivas y escasos programas de expectació­n, puede resultar deshonroso. De ninguna manera. Menos, para un Patria que tiene historial rico, nutrido de triunfos, de posición brillante en todas las tablas de campeonato­s, ciertament­e golpea con fuerza”.

Han pasado muchos años de aquello y la esperanza de unos pocos continúa. Hoy, con grandes esfuerzos, Carlos Xavier Andrade y su directiva siguen intentando que Patria regrese a la primera categoría. Algún día, más pronto que tarde llegará, porque subsiste el entusiasmo y, sobre todo, el respeto a la historia de este legendario club de fútbol guayaquile­ño.

PATRIA FUE FUNDADO EN 1908. EN 1970, LA ÚLTIMA OCASIÓN EN PRIMERA.

LOS PATRICIOS GANARON EN 1958 (INVICTO) Y 1959 TÍTULO DE ASOGUAYAS.

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ARCHIVO ▶El Club Sport Patria en la mejor campaña de su historia: 1958. Fue campeón invicto del torneo profesiona­l de la Asoguayas, en el cincuenten­ario de su fundación.
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