Empresas buscan mejorar sistemas de calidad con apoyo de entidad estatal
La industria mira en la inteligencia artificial un aliado para la emisión, por ejemplo, de avisos sanitarios.
Empresas y el Gobierno buscan mejorar los sistemas de calidad luego que la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) publicara que eran diez los lotes de productos que han presentado incumplimientos por contaminantes en su composición.
Además, universidades han dado a conocer estudios sobre la posible presencia de contaminantes.
A un total de 85 empresas de alimentos y bebidas, y más de 16 categorías de productos alimenticios, como laboratorios, comercializadores y distribuidores, agrupa la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab).
Cristian Whali, presidente del gremio, sostuvo que no están tomando lo sucedido a la ligera y se han generado tres reuniones con el director de la Arcsa, pidiendo que haya un trabajo conjunto para mejorar tanto los sistemas de gestión de calidad de las empresas como de la entidad estatal.
Además buscan, a través de la inteligencia artificial (IA), tener una respuesta uniforme a los requerimientos de los usuarios de esa entidad estatal sobre notificaciones sanitarias y pedidos de información.
Eso, agregó, podrían resolverlo de manera unificada, clara, concisa y rápida a través de la IA. Según Whali, Anfab firmó un convenio con Google que incluye ir a la Arcsa a realizar un levantamiento y una evaluación de cuál sería el costo, que lo asumiría la industria.
Nicole Troya, directora de Asuntos Regulatorios de Anfab, señaló que entienden la preocupación del consumidor y mencionó que el “riesgo cero no existe” no solo en Ecuador, por lo que ve una oportunidad dentro de mesas técnicas para mejorar la gestión de la calidad de las empresas y la gestión administrativa de la Arcsa.
Precisó que por más que una empresa tenga rigurosos sistemas de gestión de la calidad, no hay un riesgo cero.
Troya puntualizó que los laboratorios que hacen análisis tienen que ser acreditados no solo en el estudio que hagan, sino también en el tipo de producto, por lo que trabajan con la Arcsa en ese sentido.
Cristian Whali indicó que cuando esa entidad estatal toma una muestra y realiza un análisis, este tiene que ser pagado previamente por la compañía. El problema que surgió —reveló— es que hubo empresas que por descuido o por “mala información por parte de la Arcsa” no respondían, por lo que le pidieron a esa entidad una lista de empresas, miembros de Anfab, para alertarles de que estaba en su buzón de entrada una factura por pagar.
“No podemos responsabilizarnos por la gestión de calidad interna de las empresas, pero sí en el diseño, en los modelos a aplicarse de gestión de calidad”, expresó el dirigente.
El procedimiento para que un producto se coloque en percha, explicó Nicole Troya, es que la empresa entregue todos sus análisis bromatológicos, que son tablas nutricionales, contenido del producto (proteína, grasa), ingredientes y análisis microbiológicos.
Además dan a conocer el proceso que utilizan para elaborar el producto.
Añadió que los perecibles, que necesitan refrigeración, que tienen una descomposición fácil y rápida, esos productos siempre tendrán un perfil de riesgo alto.
Aquellos productos que tienen una alerta sanitaria, como el caso de la canela, entrarían en esa categoría. Estos, manifestó, tienen una revisión más exhaustiva que aquellos de perfil de riesgo bajo, pues tienen poca probabilidad de tener contaminación o afectación a la salud.
La Arcsa, puntualizó ella, tiene la posibilidad de hacer una visita a la planta y efectuar una auditoría independientemente del riesgo. Revisan los procesos, los documentos, etiquetado y revisión en percha.
Si el producto no cumple, se hace una notificación a la empresa para un informe administrativo, e inclusive pueden cancelar la notificación sanitaria o certificado BPM o clausurar la planta.
Troya mencionó que siempre han pedido, y lo que se hace a nivel mundial es la revisión en percha. Y señaló que si un producto no cumple, tiene que seguir el debido proceso sancionatorio.
Fabricantes de Alimentos y Bebidas dicen que toman el asunto muy en serio.