IESS, Biess y los servidores públicos
La Constitución del Estado ecuatoriano establece que quien esté asignado como ministro de Estado, además de las atribuciones establecidas en la ley, les corresponde “ejercer la rectoría de las políticas públicas del área a su cargo y expedir los acuerdos y resoluciones administrativas que requiera su gestión”, acorde al primer numeral del artículo 154, lo que se podría interpretar como que no todo debe ser hecho y decidido netamente por el presidente de la República.
Por otra parte, los servidores públicos, de acuerdo al artículo 229 de la Constitución son “las personas, que en cualquier forma o cualquier título, trabajen, presten servicios o ejerzan un cargo, función o dignidad, dentro del sector público”. Mientras que el artículo 227 establece que “la administración pública constituye un servicio a la colectividad que se rige por los principios de eficacia, eficiencia, calidad, jerarquía, desconcentración, descentralización, coordinación, participación, planificación, transparencia y evaluación”.
Con los anteriores artículos de la Constitución expuestos, se supone que los servidores públicos conocen cuál debe ser su desempeño con el público en general que llegue hasta sus dependencias, y no enviarlos a pasear por la ciudad, buscando a los cíber para que con sus claves del IESS, que son secretas, y documentos personales como la cédula de identidad, deban utilizarlas personas que no son parte de la administración del Estado, así sean expertos en conocimientos informáticos, para que les cambien las claves de acceso, gestionen préstamos quirografarios e hipotecarios y, por supuesto, pagándoles por sus servicios, que según el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y su banco (IESS-Biess), son servicios “gratuitos”.
Si el mismo procedimiento se adopta con los servicios médicos y con los prestadores externos, cuyos servicios son de mayor responsabilidad porque tratan con la vida humana, entonces los afiliados y jubilados corren peligro constante dentro de este sistema.
Hace pocos días, las autoridades del IESS iniciaron una serie de encuestas que no tienen una debida orientación, ya que calificar al ojo la eficiencia del personal de enfermería o de los médicos, con un ‘sí’ o un ‘no’, los resultados que se piensa obtener para una mejor atención a los afiliados y jubilados no tendría ningún valor.
Asimismo, los directivos y autoridades del Biess deben promover -de manera urgentela entrega de la libreta bancaria a los afiliados y jubilados, porque así no tendrían porqué recurrir a los cíber, a realizar los trámites financieros que requieran, sin exponerlos a riesgos de su propia seguridad, especialmente a los de la tercera edad, a quienes los someten diariamente a un calvario infamante. (O) Francisco Medina Manrique, periodista, Guayaquil