RUGE EN VIÑA DEL MAR Y SE HACE RESPETAR
Por primera vez (el miércoles), la artista española Isabel Pantoja se subió a la Quinta Vergara en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Dos horas y 35 minutos de un concierto sinfónico en el cual repasó sus éxitos y rindió un homenaje a su amigo y colega, el mexicano Juan Gabriel. Era su regreso a América luego de haber permanecido en la cárcel durante dos años por blanqueo de capitales. Quedó en libertad el año pasado.
Esa noche en la ‘Ciudad Jardín’ se hizo sentir. Al jurado del certamen le pidió que dejara de conversar y que tuviera respeto por su presentación. “Hay muchos sitios para hablar, no la primera fila. Sea quien sea, a un artista hay que respetarlo”, dijo indignada.
Antes de interpretar el éxito Erami vida él, la sevillana volvió a exigir respeto. “Esta canción para mí es mi vida. Y si mi vida no la toman en serio, no la canto”.
Según el periodista Marcelo Arismendi, quien estaba sentado detrás de Mario Domm, fue el vocalista de Camila el responsable del enojo de la Pantoja.
“Mario Domm le hablaba al oído a María Encarnación (de CNN en Español que participa como jurado del festival)”.
Al principio se creyó que Maluma era el culpable. La Pantoja no podía irse con las manos vacías. No solo se llevó las Gaviotas de Plata y Oro, además la de Platino. Un reconocimiento especial por su costo y tiempo de producción. Pero este galardón era para Juan Gabriel, quien ofreció visitar Chile en una de las últimas entrevistas antes de su muerte ( agosto 2016). Los organizadores del certamen decidieron que ella lo reciba. La Gaviota de Platino está elaborada en cromo rodio, elemento del grupo del platino, tiene incrustaciones de colores azul y blanco y 85, de cristales Swarovski. Aproximadamente cuesta 1.000 dólares. Solo la han recibido dos artistas, el primero Luis Miguel, el 22 de febrero del 2012.