Donald Sutherland EL ACTOR DE LOS MIL ESTILOS

Si algo caracteriza a este actor nacido en Canadá (17 julio, 1935) y 1.93 de estatura ha sido su capacidad para hacer de todo y en todos los formatos. Teatro, cine y televisión no le han sido ajenos, como tampoco todos los géneros posibles: desde drama y suspenso hasta comedia. El intérprete de las mil caras y los mil papeles logró un soberbio papel en Casanova, de Federico Fellini (1976), como en La migliore offerta ( La mejor oferta, 2013).

Empezó con pequeños papeles en cintas de medio pelo que combinaba con breves apariciones en series de TV. Su papel secundario en The dirty dozen ( Doce del patíbulo, 1967), junto a Lee Marvin, Charles Bronson, John Cassavetes, Ernest Borgnine, George Kennedy, Ralph Meeker y Telly Savalas, entre otros, le dio el empujón que tanto necesitaba. Pero la fama le llegó con la exitosa comedia M*A*S*H* (1970), junto a Elliot Gould, cinta ganadora de una Palma de Oro en Cannes y, con tan buena acogida, que la cadena CBS lanzó luego una serie homónima cuyo último capítulo batió récord de sintonía en EE. UU. También en 1970 formó parte del aplaudido film Kelly’s heroes ( Los violentos de Kelly), con Clint Eastwood. El camino parecía estar marcado por los temas de acción. Se lo vio entonces en Dalton Trumbo’s Johnny got his gun ( Johnny cogió su fusil, 1971), Novecento (1900, 1976), de Bernardo Bertolucci; The eagle has landed ( Ha llegado el águila, 1976), junto a Michael Caine y Robert Duvall; y Eye of the needle ( El ojo de la aguja, 1981), en el que fue espía de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Según indicó el propio actor, quedó tan impactado con ese papel del sádico líder fascista Henry Faber, que durante años fue incapaz de ver la película. Y, por supuesto, la reciente Could Mountain (2003), en la que Renée Zelweger