Anita Buljubasich MI PESO YA NO DEPENDE DE MI FUERZA DE VOLUNTAD’
La presentadora del programa De casa en casa, Anita Buljubasich, nacida en Argentina y casada con el músico Nerio David Pérez, se sometió a una operación de manga gástrica el 11 del mes pasado, luego de dietas fallidas y de tres liposucciones. Hasta cuando la entrevistamos en su residencia de Urdesa había perdido 22 libras.
¿ Consideró que ya no podía esperar más?
Yo estaba en mi peso máximo, 179 libras. Nunca había pesado tanto, sentí que este asunto se me había ido de las manos. No compraba la ropa que me gustaba, sino la que me quedaba. Lo mío es solo sobrepeso, pero a punto de convertirse en obesidad 1. Así me lo explicó el doctor Trino Andrade, quien me operó. Con las liposucciones que me hice quedaba regia, pero no tenía la fuerza de voluntad para comer debidamente y mantener la figura. Ahora debo cambiar mi chip. Mi estómago lo redujeron, no sé cuánto medía antes, pero solo tengo un 25 %. Uno de mis problemas eran mis pésimos hábitos alimenticios. No desayunaba.
Operación es operación, ¿ sintió miedo?
No. El nervioso es Nerio. Cada vez que ingreso al quirófano se pone mal por tantos casos que se escuchan, pero yo tenía confianza. Se me ha ido la ansiedad. Luego de la intervención hay que hacer una dieta líquida. Por mi cuenta no habría podido tomar solo agua de coco, consomé de pollo… durante 12 días y después continuar con una dieta blanda, casi de bebé. Mi peso ya no depende de mi fuerza de voluntad.
Nada ocurre ni antes ni después, sino en el momento correcto.
Así es porque estoy en buenas condiciones de salud. Tenía algo de reflujo gástrico y durante la intervención quirúrgica encontraron una hernia de hiato y la corrigieron. No soy diabética, no sufro de presión alta, por el contrario mi presión es baja. He sido una gran fumadora, a diario fumaba 15 cigarrillos, ahora 3.
Sus problemas de peso, ¿ cuándo aparecieron?
Después del nacimiento de mi hija, Ana Paula. Siempre fui delgada y piernona. No me cuidaba porque pensé que así iba a ser toda la vida. Nunca me resigné a estar excedida de peso. Se sube fácilmente, pero para bajar es un dolor de cabeza.
Después de un mes ¿ cómo es su alimentación diaria?
En el desayuno consumo una galleta de sal y una media taza de App en café, a las dos horas tomo yogur o algo de fruta. En el almuerzo me sirvo pescado al vapor o lo que haya, pero una porción pequeña. Nerio dice que cuando salgamos a comer ya no gastará tanto. En la tarde ingiero una sopa o caldo. Seguramente es poco, pero con eso estoy satisfecha. No quiero perder peso exageradamente. Con 140 libras me sentiría feliz. Estoy en manos de una nutricionista. Tal vez más adelante consuma más carbohidratos. Creo que la poca ingesta a veces me hace sentir debilucha.
En ocasiones las mujeres quieren estar delgadas no por ellas ni por sa- lud, sino por sus esposos.
Nerio ha sido muy prudente, jamás ha herido mis sentimientos porque he estado excedida de peso. Eso se lo agradezco.
Algunos pacientes, entre ellos Édgar Vivar ( el señor Barriga), tras la operación han presentado cuadros de anemia.
El problema de la gente es que al no sentir hambre no come. Supe que hace un par de semanas, Marián Sabaté ( también operada) se descompensó. Le pregunté y me dijo que no había comido. Es importante una alimentación de calidad, no chatarra.