EXTRAORDINARIO

He aquí un filme que debería ser visto por todos los colegios del país, ya que muestra en toda su extensión esa epidemia colegial llamada bullying.

El guion se ciñe a la exitosa novela escrita en el 2012 por R. J. Palacio. El novelista Stephen Chbosky, convertido en director, la conduce hasta convertirla en drama con toques de comedia que agradará al e s p e c t a d o r , m a n i p u l a d o emocionalmente desde las primeras escenas. Extraordinario es un buen filme: aleccionador, tierno, lleno de realismo, que muestra la crueldad que puede experimentar un niño, pero que también habla de esperanza, inteligencia, valor y tesón.

Jacob Tremblay, quien demostró su talento en La habitación ( 2015), tiene aquí un rol diferente, más difícil y su actuación es más brillante pese al maquillaje y máscara creada para su labor; ello no impide que Tremblay se convierta en el actor principal del largometraje. La secuencia en que preferiría no salir en la noche de Halloween es triste hasta que llega la resolución. También cuando se entera que su supuesto amigo lo es por compromiso. Apretará su corazón cuando lo escuche decir: “Mamá, por qué soy tan feo, ¿ siempre importará eso?”. Julia Roberts, con dolorosa honestidad, le responde: “No lo sé”.

Julia Roberts se despoja de todo oropel para ser una mujer sincera, afectuosa, com- August ‘ Auggie’ Pullman ( Jacob Tremblay) es un niño nacido con deformación facial y por lo tanto ha debido someterse a 27 cirugías. A pesar de los esfuerzos de sus padres, Isabel ( Julia Roberts, Oscar 2000 por Una mujer audaz) y Nate ( Owen Wilson), han condicionado su vida. La gente lo mira con extrañeza e inevitablemente le han creado un complejo. Por ello esconde su rostro bajo un casco de astronauta e historias de La guerra de las galaxias. Su madre resuelve ( lo ha educado en casa, hasta ahora que ha cumplido 10 años) matricularlo en una escuela particular e ingresarlo a su quinto de primaria. Pero el bullying se hace presente a través de niños que pueden ser crueles. ¿ Qué hacer?

prensiva, pero que descuida a su hija Livia ( Izabela Vidonic la interpreta a perfección) para atender al niño. La actriz es un acierto en su papel de madre. Owen Wilson, como el padre, actúa muy bien, sobre todo cuando, llevando al niño al colegio, dice: “Esto es como llevar un cordero al matadero”. Preocupado por lo que le pueda ocurrir a su hijo.

Ventaja del filme es que el director no descuida al resto de los personajes y sus intérpretes, logrando con esa actitud buenas actuaciones, es-

pecialmente de los niños que rodean al personaje principal: Noah Jupe en el rol de Jack o Bryce Gheisard como Julián. También las chiquillas que son amigas de Livia ( diminutivo de Olivia). Sonia Braga, como estrella invitada, tiene una gran escena: es la abuela de Livia y cuando las dos conversan, el momento encierra múltiples enseñanzas. El único problema que esta película podría tener es que se parece en mucho a un filme de 1985 titulado Máscara, con Cher y Mark Stoltz.