LAS HORAS MÁS OSCURAS

Provocativo drama histórico que debería ser visto luego de admirar Dunkerque y La corona ( Netflix), así el espectador quedaría más informado. El guion de Las horas más oscuras es más teatral que cinematográfico y era necesario que lo fuese porque está de por medio la brillante oratoria de Churchill, que ha sido trasladada al diálogo. ¿ Cómo no incorporar su famosa frase: “¡ No me interrumpas cuando te estoy interrumpiendo!”?, lo cual muestra el calibre verbal del largometraje.

Joe Wright ( Ana Karenina), su director, le da al filme dinamia cinematográfica a través de sus intricadas tomas, de seguimientos con una cámara que parece respirar al pie de los intérpretes, de una fotografía que aprovecha al máximo la psicología argumental y el montaje sirve para apresurar los diálogos e imponer ritmo en la visualización del filme. Merece atención el fondo musical, escúchelo, pues complementa la evocación de aquellos años. Error de la cinta es haber inventado la secuencia de la consulta popular en el tren subterráneo de Londres, para saber si Inglaterra debe encontrar la paz de escritorio o ingresar a la guerra. Eso nunca sucedió.

Gary Oldman, gran actor inglés que últimamente no filmaba buena películas, tiene aquí el papel de su vida. Él ‘ es’ Churchill. Al comenzar la película se ve la luz de un fósforo que enciende un cigarro y esto alumbra el rostro de Oldman convertido en Churchill, llevando sobre su rostro toda una arquitectura facial protésica y, cuando momentáneamente se piensa que no todo saldrá bien, la cámara nos deposita un primer plano que permite ver los ojos del actor: y allí está el Primer Ministro, el ser humano que muestra su temperamento, su inteligencia agresiva, su determinación y terquedad. Goldman usa la excelencia de su voz para engrandecer la caracterización. Christin ScottThomas, en las pocas escenas que tiene, está perfecta. Sobresale Beau Mendelshon como Jorge VI, al extremo que opaca en algo a Colin Firth en su interpretación para El discurso del rey. Así, en general, Wright debe estar satisfecho con el grupo actoral que lo acompaña. Gary Oldman irá a la nómina del Óscar, lo sabremos a ciencia cierta el 23 de enero, día de las nominaciones.

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