UNA PRINCESA DE CUATRO DÉCADAS EN UN MATRIMONIO POR MUTUO INTERÉS

CHARLENE,

La princesa Charlene de Mónaco cumplió 40 años. Desde que llegó a la familia Grimaldi por su matrimonio con Alberto en 2011, la prensa europea ha dicho que no se trata de una relación por amor, sino por conveniencia mutua. Incluso se afirmó que la exnadadora sudafricana había firmado un contrato prenupcial, comprometiéndose a estar al lado del heredero monegasco por cinco años y darle un hijo. Le dio dos, los mellizos Jaime y Gabriela, nacidos el 10 de diciembre de 2014. Ellos se vieron por primera vez cuando Charlene, con 22 años, llegó a Montecarlo para el campeonato de natación Mare Nostrum. Cuando se convirtió en princesa necesitó de un período de adaptación. Nació en Zimbabue, pero se crio en Sudáfrica. Soñaba con ganar una medalla olímpica. Dicen que fue en el agua donde obtuvo la capacidad de resistir. Es una mujer paciente que esperó desde 2006 hasta 2011 para que Alberto se decidiera a dar el paso. Horas antes de su matrimonio se dijo que intentó huir cuando se enteró de algunas infidelidades de Alberto.

Dejó su país para mudarse a Mónaco, se hizo católica, estudió francés y aprendió los secretos de la etiqueta.

Experimentó una transformación física gracias a cirujanos estéticos y estilistas. Prefería trajes de baño y ropa deportiva, ahora viste de alta costura.

Se dedica a las labores humanitarias y se la compara con Grace Kelly, la madre de Carolina, Alberto y Estefanía. Es un secreto a voces que ella y Carolina no se pueden ver.