LA CURA MORTAL E
MAZE RUNNER: EL ARGUMENTO
sta serie fílmica se inició en el 2013 bajo el título de Correr o morir ( aún se la puede ver en la televisión por cable) y siguió en el 2015 con Prueba de fuego hasta llegar a La cura mortal ( 2017), con la cual se cierra la trilogía escrita por James Dashner ( en inglés titula Maze Runner). La película llega a los cines dirigida por Wes Ball en sus tres capítulos. Estas, pese a sus logros, no han alcanzado la popularidad de Juegos del hambre, por ejemplo. Quizá esto se deba a su a veces desconcertante argumento o a la falta de grandes figuras de la pantalla, porque el resto ha sido, generalmente, óptimo, olvidando el inconveniente que esta entrega impone: duración excesiva.
La película abre con una subyugante escena de acción que hace recordar a Mad Max y sus secuelas e igual sus destrucciones masivas. Todo esto marcha a pedir de boca hasta que el espectador se da cuenta que el filme es una instalación de preguntas que se irán contestando según avanza la trama. Argumento que empezó diciendo que la mayoría de la población humana ha desaparecido por una plaga surgida en la tierra.
Llamativo del largometraje es su dirección artística, especialmente al construir y presentar esas murallas gigantescas de concreto que se abren y se cierran en determinados momentos, llenando de intriga a la acción constante del filme o a sus mons- truosas máquinas voladoras. Sobresale también el aspecto visual, correcto y cromático. No se puede afirmar lo mismo de su libreto, pues el diálogo a veces mata el suspenso que debe preservar todo filme de ciencia- ficción.
Las actuaciones, al igual que el ritmo del largometraje, son irregulares y lo que descuella en general, lo repetimos, es su incesante acción que - definitivamente- son inquietantes, al igual que las acrobacias presentadas en cada una de las secuencias.