UN LUGAR EN SILENCIO
Cuando se pensaba que jamás volvería a filmarse una verdadera película de terror surge Un lugar en silencio que, dirigida por John Krasinski, logra un giro novedoso que bien podría horadar nuevos surcos en el género. El director aprovecha los silencios y, con ingenio, logra registros que le han permitido crear una excelente banda sonora que ayuda, bajo todo concepto, al desarrollo argumental hasta convertir al filme en experiencia sensorial llena de sobresaltos, giros a la trama verdaderamente inteligentes y un guion que explora, más que nada, las emociones del ser humano. Con esto el largometraje se convierte en un filme lleno de tensión, inteligente y que - a más de un espectador- le pondrá los pelos de punta. Los efectos especiales, que dejan vislumbrar el bajo presupuesto que pudo tener la película, son aprovechados con eficiencia.
En su hábil comienzo vemos un supermercado poco menos que abandonado, donde están los Abbott y se lee que es el día 89... ¿ Día dé qué? La respuesta vendrá más tarde, quizás en el día 432. La familia no habla, se expresa con señas; además su hija Regan es sorda. ¿ Y por qué andan descalzos y temerosos de hacer bulla? Por eso la secuencia en que Evelyn pisa un clavo oxidado y se hiere tiene mayor relevancia. Hay un problema: Evelyn está esperando un hijo y los bebés lloran, especial- En medio de un bosque lleno de quietud y armonía, una familia integrada por John ( John Krasinski), Evelyn ( Emily Blunt), Regan ( Millicent Simmons), Beau ( Cade Woodward) y Marcus Abbott ( Noah Jupe) lleva su día a día con la mayor normalidad posible pero en absoluto silencio, comunicándose a través de señas. Pero luego de que un accidente en casa provoca un ruido, todos se aterran y escuchan como si algo - afuera- se acercase en forma amenazante, una presencia fantasmal que podría atacar al escuchar cualquier sonido.
mente al nacer, ¿ qué hacer? En este juego de tensiones es que triunfa Un lugar en silencio. El corazón se acelera cuando ve esto y el espectador se convierte en participante activo de la historia.
Las actuaciones son loables, efectivas en todos y cada uno de sus intérpretes, especialmente de Millicent Simmons quien, en la vida real, es una actriz sorda de naturaleza. Emily Blunt, quien destacó en Sicario y La dama del tren, de-
muestra lo buena actriz que es. Krasinski, a más de triunfar como director, sabe desempeñar su rol con altura. Los chiquillos que tienen a su cargo los papeles de Beau y Marcus saben mucho de actuar con naturalidad.
Como hay poco diálogo, los guionistas ( Bryan Woods y Scott Beck) han sabido ajustar las frases a la trama y todo resulta muy claro.
No adelantamos más. Vaya a verla.