Expresiones

TRIPULACIÓ­N DE OSOS ROQUEROS YMÁS MÁSREALES

- ALEJANDRO PUGA PATIÑO

Mauro Samaniego, Juan Andrés Bustamante, Sebastián Jaramillo y Luis Alberto Cisneros están como niños con juguete nuevo. Podría ser una frase trillada para explicar el sentimient­o, pero se les nota al hablar de su nuevo álbum Reales Tamarindos, que se encuentra disponible en plataforma­s digitales desde el pasado viernes.

Los roqueros quiteños, que se definieron como fanáticos del fútbol y melómanos compulsivo­s, estuvieron de paso por Guayaquil para tocar por primera vez estos temas.

Vampiro es el single oficial, tras dos temas ( Factura y Silencio de radio) que salieron previament­e para ir diluyendo la espera de los fanáticos, los cuales mencionaro­n aún “les sorprende” que sean más extraños y no sus panas. Y el contacto con su público es hasta ahora una de las co- sas que más les agrada de estar de gira. “La gente que cae a los shows y que tanta energía le meten a lo que tocamos, y estamos a la misma onda nos permite saber que les gusta lo que hacemos. También pasa que piden temas nuevos y no suele ocurrir eso. Es más común que te pidan el hit”, mencionó Juan Andrés. “Al estar en el escenario siempre escuchas el feedback, o lo lees en redes. Aquí es chiquito, así que te enteras no más de lo que estás haciendo bien o mal”, acotó Luis Alberto.

Y es este mismo recibimien­to el que los has hecho girar por todo Ecuador, en ciudades como Cuenca, Riobamba, Quito, Ibarra y Latacunga. Esta última ciudad es la que más les ha sorprendid­o por el cariño que sintieron. Recalcaron que aún están apenados por la cancelació­n en Puyo, pero fue por solidarida­d con las circunstan­cias del luto nacional que tenía el país la última semana.

Con Reales Tamarindos bajo el brazo se van a tocar a México, a un festival llamado Marvin fest que se llevará a cabo del 17 al 19 de mayo en la capital de ese país. También tendrá la participac­ión de otra banda quiteña, Evha.

Las 11 canciones de ‘Los tamarindos’ las definen como “con más esencia”. Mauro Samaniego, su vocalista, refiere que Robormiga (2015) fue como un álbum “lleno de influencia­s de lo que estábamos escuchando en ese momento”. Por eso ahora creen que han encontrado un sonido auténtico, limpio y fuerte. “Estamos haciendo rock, algo que se ha dejado un poco de lado. Hay muchas bandas nuevas, pero tienen propuestas más variadas”, concuerdan todos.

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