EN LA TUMBA DEL GUERRERO DESCONOCIDO
EL RAMO DE MEGHAN
El ramo de flores que llevó Meghan Markle a su boda estaba formado por nomeolvides blancas, que el príncipe Harry cortó del jardín privado de Kesington y que la florista, Philippa Craddock, se encargó de armar en un precioso bouquet. Hay novias que secan sus ramos y los conservan para siempre, otras se los regalan a sus mejores amigas y algunas los depositan en las tumbas de sus familiares. Meghan cumplió con la tradición de la realeza británica y tras la ceremonia el sábado pasado colocó su ramo en la tumba del Guerrero Desconocido en la Abadía de Westminster. Una costumbre que inició la reina María en 1923 cuando dejó sus flores en el monumento en honor a su hermano Fergus, que fue asesinado en la Primera Guerra Mundial en 1915. Además las flores que se utilizaron en los arreglos florales del casamiento de Meghan y Harry, también creados por Philippa Craddock, fueron donados al Hospicio de Saint Joseph, que cuida de personas con enfermedades graves y mayores. Cada uno de sus residentes recibió un ramo.