¿LA ROSA O EL CACTUS?
Extrañas elecciones tomamos en la vida. Algunas veces nos dejamos cautivar por la sencillez y la naturalidad. Otras nos conquistan el color y el oropel, y olvidamos que no todo lo que brilla es oro… también la hojalata lanza destellos cuando está en presencia del sol. Si nos ponen a elegir entre un cactus y una rosa, muchos elegirán la rosa. Es bella y olorosa. Pero olvidamos que también se marchita y pronto muere. El otro, en cambio, siempre está igual. Verde y con espinas. Pero un día, sin previo aviso, presume de una hermosa flor, la más increíble que jamás hayas visto. Que no te engañen las apariencias. Lo verdaderamente cierto está adentro, donde solo un corazón limpio puede ver. Porque lo hermoso de verdad es también humilde y en él no hay ni un ápice de fatuo o petulante.
ANÓNIMO