NUNCA HE BUSCADO AMORES PASAJEROS
Lograr transformar la tristeza en felicidad puede sonar como una de las frases más trilladas. Sin embargo, eso fue lo que hizo Fernanda Gallardo tras la muerte de su madre hace un año y medio. Después de lo sucedido, le era imposible pensar en la idea de ir a Chile, su país natal, a vacacionar sabiendo que ya no sería ella quien le abriera la puerta de la casa. Pero su alrededor ha cambiado. Si todo sale como lo ha planeado, pasará las fiestas decembrinas allá al lado de su hija Sofía, de 6 años, y su novio Ricardo Blanco. A pesar que las lec- ciones dentro de situa- ciones delicadas como estas suelen tardarse en digerir, la conductora de televisión (Canal Uno) detectó inmediatamente lo que le dejó esta partida. “No hay que perder el tiempo. Mi mamá postergó su felicidad, siempre dio la vida por nosotros, por todo el mundo, y nunca pensó en ella. Creía que la vida daba para largo y no, por eso hay que aprovechar el día a día y los momentos con cada persona”, afirmó. Estrenó sus recién cumplidos 30 años con una producción fotográfica con EXPRESIONES, en la que demostró sentirse satisfecha y enamorada. Cree firmemente en este sentimiento y por eso ha tratado de buscar compañeros de vida que la enciendan, empujen y vibren junto con ella por sus sueños y metas. Aunque confiesa haberse apresurado en ciertos momentos, como un casamiento cuando estaba muy inmadura y joven, hoy junto a Blanco “aprendí lo que es la felicidad, a saber realmente que uno no tiene que cambiar su forma de ser por alguien, ni dejar los amigos ni el trabajo. Yo nunca he buscado amores pasajeros, la he peleado y luchado hasta el fin en mis relaciones. Antes me decían que buscaba un cuento de hadas que no existía, y ahora me di cuenta que sí, solo se trata de tener a la persona indicada”. Ser mamá es una faceta que la ayuda a mantener los pies en la tierra, dentro de una industria mediática. Sale de trabajar a las 13:30 y va directamente a su casa, pues el almuerzo junto a su hija es sagrado. Hacen deberes juntas, estudian y descansan. “Pasamos mucho tiempo de calidad porque somos la única familia que tenemos aquí”, reconoció. Además, señaló que la pequeña Sofía es muy inteligente y que muchas veces le ha dado cátedra de lo que es la verdadera felicidad, y que con este romance está tan feliz como la propia Fernanda. Laboralmente está cumpliendo su deseo desde pequeña de aparecer en una revista matutina, pero esto no le quita las ganas de en un futuro emprender en algo propio, pues reconoce que “la televisión y la exposición llegan a cansar y quiero tener algo mío de lo que pueda vivir”.