VISTE DE TONOS SIMILARES Y NO LE AGRADA LA COMIDA CHATARRA
ALESSIA LAMBRUSCHINI
Aunque apenas tiene seis años, la peruana Alessia Lambruschini Arca habla y contesta las preguntas de esta nota como si fuera una persona adulta. Ella participó en la telenovela Ojitos hechiceros y es la protagonista de Mi Esperanza, emitidas ambas por TC. En la última de las producciones mencionadas, su personaje pierde a su madre y se descubre que su padre tenía dos familias.
Muy desenvuelta y carismática, incursionó como actriz en un sketch en el reality de competencia Esto es guerra (de América TV), que tuvo un formato para niños, Guerrita de talentos. Así fue descubierta.
También baila, tiene un año de trayectoria y dice que cuando sea grande quiere “seguir actuando porque me gusta hacer gestos”.
La pequeña se encuentra de vacaciones escolares y en marzo ingresará al primer grado del centro de estudios América. Todavía no lee ni escribe. No obstante, aquello no ha sido un impedimento para aprender los textos o parlamentos que debe decir.
“Mi mamá (Lourdes) me los lee como si se tratara de un cuento. En las grabaciones nadie me los sopla, solo me indican en qué momento debo hablar. No les tengo miedo a las cámaras. Cuando veo una, me transformo. Son como mi familia, es normal. A veces mi mami me dice que si no deseo grabar, que no lo haga, no me obliga, pero yo le respondo que sí quiero”, expresa con esa dulzura que ha hecho que se gane a la audiencia de Perú y de Ecuador.
Alessia nació con talento. Sin embargo, su progenitora, quien la acompaña a todas partes, manifiesta que la preparan para cada telenovela. En Perú se terminó de grabar Mi Esperanza en noviembre del año pasado. En esta debe llorar mucho. “Hay escenas tristes, yo me concentro para llorar. Hay situaciones personales, como recordar a mi abuelito que se murió, que me causan dolor. Cuando eso ocurre les pido que graben en ese momento”.
Cuando le solicitamos a la pequeña que nos cuente el final de la producción peruana, contesta entre risas: “¡Nooo! No puedo hacerlo. Tienen que ver la telenovela”.
En Perú, Alessia se ha convertido en una revelación. Existe un nuevo proyecto llamado Dos hermanas. Aún no tiene detalles de cuál será su papel. En febrero o marzo iniciará este trabajo. Ahora está participando en la segunda parte de Ojitos hechiceros. “Es un rol pequeño. No altera mis estudios porque como soy chiquita me dan chance. No es cansado”.
Su mamá afirma que es muy profesional. No la maquillan. Prefieren que su rostro se vea natural. “Solo cuando debe aparecer sucia o con la ropa rota, ellos la caracterizan. La producción evita escenas fuertes. Cuida mucho a los niños. En una de ellas, un hombre se iba a llevar a Esperanza, entonces se preocuparon de cada detalle para evitar que algo la afecte”.
A estas palabras, Alessia agrega: “Yo sé que los niños no debemos irnos con extraños o aceptar cosas. Si alguien nos quiere llevar, debemos correr a donde está nuestra mamá”.
A su corta edad, se ha vuelto muy popular. “Los padres y niños le piden fotos o autógrafos. Ella no sabe qué es la fama, es muy inocente, se ma- neja normal con sus compañeros. No sale mucho. Permanece en casa. Allí juega”, comenta su mamá.
No le gusta la comida chatarra, prefiere las lentejas, los frejoles y las pastas. No le agrada mucho la tecnología. “Solo la disfruto un ratito, no soy de las que quieren estar pegadas en la pantalla. Mi hermana sí”.
Tiene dos hermanos: Kiara de 11 años y Sebastián de 16. Alessia es la artista de la familia. Además combina prendas de colores similares al vestir. Su progenitora le abrió una cuenta de ahorros (en conjunto) en la cual deposita en dólares lo ganado con su esfuerzo.