ÚRSULA STRENGE “SOY UNA MUJER IMPERFECTA, PERO FELIZ”
Empezó en el mundo de la televisión cuando ni siquiera había terminado el colegio. No tardó mucho en convertirse en un rostro familiar y querido, principalmente por el grupo consumidor de revistas matinales. Úrsula Strenge, quien también es empresaria, psicóloga y concejala de Guayaquil, abre su corazón para EXPRESIONES y habla de cómo enfrentó la gran exposición mediática de estos últimos días a causa dos decisiones importantes que tomó en su vida personal y profesional.
Fue una experiencia distinta porque, pese a los años de trayectoria que llevo en los medios de comunicación, mi nombre nunca había sonado tanto en redes sociales. Al verme como tendencia, me vi expuesta a comentarios de todo tipo, quizás me malacostumbré a tener una retroalimentación positiva.
Siempre he sido una mujer alegre, positiva y feliz y creo que uno tiene que tomar las cosas en la medida que esas situaciones te definan o representen. Yo me quedo con lo bueno, con lo que suma y multiplica. Con aquello que ennoblece al ser humano y sensibiliza el corazón. Lo que no me define y representa, simplemente lo dejo ahí.
Yo siempre los he considerado cuando vienen desde el respeto, el afecto, la reflexión; pero cuando son críticas con otro tinte, sí te tocan de una manera distinta.
( Sonríe) En movimiento, al borde del abismo, con esa sensación de tener ese huequito en el estómago, ese vértigo cuando ejecutas grandes cambios. Son esos momentos de transición en los que debes tomar decisiones importantes, que las he tomado a lo largo de mi vida, pero en los últimos años decidí salir de mi zona de confort.
Sé que puedo experimentar nuevas cosas, vivir desde otro lugar, estar en un escenario distinto. Es simplemente seguir probando a esta mujer que soy en permanente transformación.
De acuerdo. Para mí lo más importante es la familia, es decir, mis hijas y mis padres. Mi entorno cercano debe estar bien, cubierto, consolidado y en permanente comunicación. El resto debe entender que soy una mujer imperfecta, pero feliz, que se reinventa y está en constante aprendizaje.
La sonrisa siempre está conmigo, la felicidad no es algo que se encuentra externamente, simplemente se la activa cuando se conecta con situaciones, momentos o personas. Esa frase no es mía, es de una gran psicóloga, Pilar Sordo, yo vivo en tiempo presente y la dije en ese momento porque la sentía.
Pensé en los tiempos y las metas que se cumplen y en seguir tomando desafíos como mujer en diferentes escenarios. No fue fácil, tomó mucho análisis... mi alma siempre sonreirá con las experiencias nuevas y con la gente que me da buenas energías. Y ante la propuesta reiterativa de TC me dije: ` debe haber un mensaje detrás de esto'.
( Risas) Más allá del tema económico del que se ha hablado mucho en redes y piensan que es mi único interés, quienes me conocen saben que me mueven otras cosas, como los desafíos, la paz, los aprendizajes, la felicidad, la energía. Y la luz de los demás.
Hay quienes dicen que usted va al rescate de De casa en casa...
No siento que sea así. Hablamos de un programa consolidado, con muchos años al aire, que está en el corazón de los ecuatorianos. Yo vengo a sumar, a aportar, a manejar contenidos que me representan. Hay varias personas trabajando en este espacio con segmentos, no puedo adelantar mucho, pero lo que haré tendrá que ver con la gente, lo social y lo humano.
( Sonríe) Estoy feliz y, sí, vivo un momento en el que, además de un cambio de escenario y de lugar de trabajo, decidí darme una oportunidad caminando un día a la vez con una persona muy especial con evidentes diferencias, pero con muchas coincidencias.
Estoy en un momento de mi vida en el que tengo que aprender a recibir los comentarios que no son tan agradables. Es un trabajo de humildad, aceptación y, al mismo tiempo, de autoafirmación y valoración de saber quién soy.
Sí, pero no tenía que ver con las personas, sino conmigo, con lo que sentía. Mi corazón no estaba listo, había otras prioridades, como ser cabeza de familia. Pasé mucho tiempo en armar un entorno en el que todo debía estar perfecto y eso me cobró factura, porque es muy complicado sostenerlo y postergaba el hecho de tener a un compañero.
Ahora sentí que vivía otro momento y apareció alguien que tocó mi corazón y nos encontramos.