Expresiones

A SU ESPOSO LO CONOCIÓ EN UNA DISCOTECA

-

“Siempre he considerad­o que tengo una memoria privilegia­da, pero existen situacione­s que no recuerdo. Mi papá decía que eran historias que prefería olvidar. Yo era una persona casi insensible frente al dolor de los demás”.

Reconoce que él, su matrimonio y sus hijos lograron el cambio. “Ellos me enseñaron, con amor, a ser diferente. Era hiriente y egoísta, ahora pienso quinientas mil veces antes de responder, opto por irme para no ofender o cierro el teléfono. Es mi lucha diaria”.

Ese proceso le tomó aproximada­mente 20 años. “Aunque literalmen­te mordía mi lengua, por dentro estaba que moría y con ganas de romperlo todo; ahora rompo menos. Mi genio era terrible. A mi esposo lo llaman ‘el santo’ porque la gente no entendía cómo soportaba mi carácter. Todavía pido dominarme, no soy perfecta, estoy en permanente construcci­ón”.

A su esposo, el odontólogo y chef Ronald Vallejo, lo conoció en una discoteca. “Vivimos juntos desde 2008 y recién el matrimonio fue en febrero del 2020, la última fiesta antes de la pandemia. No nos casamos antes porque no había necesidad, no lo sentíamos y no había plata para la fiesta que me merezco ( risas). Dicen que no se consigue marido en un bar, yo lo conseguí. Se parece a mi padre en esa calma para enfrentar la vida. Es un hombre de valores y de buena vibra. Piensan que es un santo, pero tampoco es así, porque muchos creen que soy una bruja”, dice entre risas. Con él procreó a dos niños, Francisco ( 12) y Eleonor ( casi dos). “Dejé los métodos anticoncep­tivos y en dos meses quedé embarazada de nuevo, quería llorar porque habían pasado diez años. En el parto de mi hija le dije al doctor que arranque todo, le exigí que me ligue”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador