LA SOCIEDAD DE LA NIEVE
Dirigida impresionantemente por Juan Antonio Bayona y basado en el libro escrito por Pablo Vierci, La sociedad de la nieve es un largometraje sólido, sobrecogedor, de una gran narrativa llena de alegría (a momentos) y de vitalidad. El accidente es presentado con mucha contundencia, precisión y, más que nada, con total verismo.
El reparto, aunque integrado por rostros desconocidos en Ecuador, es excelente en sus respectivas caracterizaciones, aunque a veces se dificulte unificar nombres con rostros. Pero ellos hacen de la película un vehículo de autenticidad y de un realismo sorprendente, potente y vigoroso.
La tensión no surge a cada instante y eso permite que el filme resulte inspirador, emotivo y estremecedor. Tanto, que a más de un espectador se le llenaran los ojos de lágrimas. Por ello gustará a todos los espectadores de Netflix.
A esto agréguenle sus momentos de sinceridad, pasión, garra y profundidad. No en vano representará a España en la próxima entrega de los premios Óscar (marzo 10).
La narrativa, repito, es contundente y sensible. Por ello digo, libremente: les gustará a todos. El accidente, la avalancha, las ansias de ser buscados, las muertes que van surgiendo, la falta de alimentos que los lleva a decisiones impensables, pero que a los católicos nos hacen pensar en la Sagrada Comunión, donde bebemos y comemos la sangre y el cuerpo de Cristo. No es una herejía, es un pensamiento que surgirá en la mente de los espectadores.
La secuencia es muy cautelosa y sin escenas macabras. Luego vendrá la búsqueda de una ayuda, las ansias de sobrevivir y esa juventud (tenían entre 18 y 25 años) que les gritaba su interior ¡lo importante es seguir viviendo!
En el reparto sobresalen Enzo Vogrincic en el rol de Numa Turcatti, que también es la voz en off de la historia. Agustín Pardella como Nando Parrado, Matías Recalt como Roberto Canessa, estos dos últimos fueron los que durante 10 días caminaron sobre la nieve y sus montañas hasta encontrar al huaso chileno.
La música, compuesta por Michael Giacchino es curiosa y, a momentos, se llena de candombe. Esto hace que la banda sonora, en general, sea conmovedora. La cinematografía es tan acertada que se siente el frío, la desolación, la tristeza.
Quizás la película tenga un excesivo metraje, personajes que no son tomados en cuenta, pero tiene un detalle: Carlitos Páez, interpretado por Felipe González Otaño, era el menor de todo el grupo: tenía 18 años, se salvó. ¿Y? Pues el verdadero personaje, ya en su edad adulta, es el individuo que va repitiendo, dos veces, los nombres de los sobrevivientes, el Carlos Páez de la vida real interpreta a su padre, un célebre pintor uruguayo.
Algo más. Se han filmado dos películas sobre esta historia: Sobrevivientes de los Andes (México, 19756) y ¡Viven! (Hollywood, 1993), amén de documentales, entrevistas, etc. Todas las puede ver en Youtube.
La sociedad de la nieve ganó el premio otorgado por el cine europeo, a los mejores efectos visuales, maquillaje y peluquería.