POBRES CRIATURAS
El griego Yorgos Lanthimos dirige con virtuosismo esta comedia perturbadora, dramática, de lados oscuros, violenta, de enorme contenido sexual y desnudeces. Que, decididamente, sus 141 minutos son para cinéfilos adultos y conocedores del Séptimo Arte. Si usted es de los que prefiere películas animadas o de superhéroes busque otra sala en el mismo centro comercial. Agrego que Lanthimos es líder de la llamada ‘Ola de lo estrambótico’ cristalizada en el 2009 y con la cual viene envolviendo a los millennials. Ellos aceptan las rarezas que se llevan al lienzo de plata: La langosta (2015) y El sacrificio del ciervo sagrado (2017).
Así, Pobres criaturas echa fuera de borda los convencionalismos y ofrece un retrato insurgente de la existencia humana, pero en forma divertida y lo demuestra en la actitud de Bella al introducirse al mundo social a través de su automatismo, de movimientos que enardecen a sus pretendientes. Y justo en esas secuencias es donde más estallan las frases candentes; ejemplo: luego de fornicar se pregunta, ¿la gente no hace esto todo el tiempo?”. Por supuesto, esas palabras, en el viejo Ecuador, jamás hubieran llegado, las hubieran cortado al estilo de Cinema Paradiso (1988).
Una vez expuesto el pecado, voy a otros renglones. La utilización de los colores del ópalo le da a su imagen una traslucidez que la semeja a esa piedra luminosa, la dirección artística, especialmente en Lisboa y París, es contemplativa y el vestuario va en acuerdo a la secuencia, donde mágicamente se unen los tonos de edificios y trajes, de vehículos y atardeceres.
Emma Stone, que ya viene ganando premios por su actuación en la película de esta semana, demuestra que su talento la convierte en una de las mejores actrices de esta generación. Sus movimientos van al unísono con su rostro y sus parlamentos son emitidos con precisión e inteligencia cinematográfica. Defoe no puede estar mejor cual émulo del doctor Frankenstein (presten atención a su laboratorio, filmado en blanco
y negro) y Ruffalo, como siempre, dando lo mejor de sí.
Como síntesis, añado que Pobres criaturas es sexualmente franca, de hábil narrativa, de ser considerada la película más original del 2023 y seguramente nominada a los Óscar (lo sabremos el 23 de enero), radical y plato fuerte para los verdaderos cineastas, pues están frente a un largometraje sin censura, provocativo, visualmente efectivo, existencialista y desde ya un clásico del cine. Y algo más… Para esta clase de películas han creado el departamento de “Coordinadora de intimidad”. Este actúa de mediador entre el equipo técnico y el artístico en el rodaje de escenas de contenido erótico o sexual.