ASÍ ES SU REGRESO A CASA
¿Cómo ha sido volver a la música en estos tiempos en los que la industria ha cambiado tanto?
Volver ha sido muy lindo en todo sentido. Volver a la industria musical y retomar lo que hice toda mi vida antes de convertirme en este actor famoso que la gente conoce. Volver a sentarme a escribir canciones, ir al estudio y grabar ha sido una inyección de vida y de energía que, por cuestiones del destino, tenía apartado. Pero al regresar, me he encontrado con un mercado musical que ya conocía, aunque no formaba parte de él. Es muy diferente a la época en la que edité mi primer álbum. Los discos físicos ya son casi inexistentes y todo se maneja por streaming. Lo bonito es que lanzas algo y simultáneamente el mundo lo disfruta al mismo tiempo. Eso es lo mejor que puede pasar. Las redes sociales también han puesto lo suyo y por eso mantener un buen equipo de comunicación digital que esté en contacto con la gente que te sigue y que arme estrategias para captar nuevo público, es imprescindible. Tuve que abrir una cuenta de Tiktok, que era algo que no tenía en mis planes (risas).
¿Se ha sumado a la infinidad de ‘challenges’ de baile que hay en la plataforma?
Tú sabes que cuando abrí mi Tiktok hace un par de años, la biografía que puse decía: “No esperen bailecitos”. El año pasado, en un día cualquiera, lancé el remix de Deja vu, una canción de este álbum, y mi hija me pidió que le permitiera grabarme. Con mi canción de fondo, me hizo bailar en varios lugares de la ciudad donde vivo, Los Ángeles, y eso reventó. A las pocas semanas me fui a Europa e hice otro video igual allá. Después de días, ya tenía millones de reproducciones. Ha sido muy divertido. Básicamente, lo uso para promocionar mi música, no lo uso para hacer tendencias ni nada de eso.
¿Cuánto tiempo le ha tomado volver a casa?
Me ha tomado casi quince o veinte años, que fue cuando empecé a viajar incansablemente por mi trabajo como actor. Fue a finales de 2019 cuando empecé a sentir la necesidad de tener un lugar y parar. Sentí que había ciertas cosas que me faltaban. Vivía nómadamente. No encontraba momentos para disfrutar de mi tiempo libre o de las cosas que yo había podido adquirir a lo largo de los años gracias a mi carrera. Y, obviamente, cambiar constantemente de un país a otro también complicaba la posibilidad de establecer una relación con alguien.
¿Cómo vivió la búsqueda de asentarse en un sitio?
Comencé a buscar un lugar donde pudiera sentirme cómodo y echar raíces. Quería empezar a seguir una rutina hogareña, incluso viviendo solo, que me permitiera levantarme en mi propia cama, cocinar unos huevos fritos en mi cocina, cuidar mi jardín y hacer mis compras en el mercado. Disfrutar de eso por lo que había trabajado tantos años. Cuando comenzó a suceder, empecé a disfrutarlo. A mi parecer, la pandemia me ayudó a que lo siguiera disfrutando. Fue en ese momento cuando retomé el escribir canciones y pensé: ‘Wow, todo esto tenía que suceder para que, veinte años después, esté viviendo esto’.
En los años anteriores, ¿escribía aunque no estuviera lanzando nueva música?
No, lo había dejado completamente. Estaba casi divorciado de la música, porque tenía tanto trabajo que no me permitía pensar en otra cosa. Lo único que hacía era estar inmerso en estos proyectos de actuación. No encontraba un momento de inspiración ni uno en el que me pudiera sentar con calma a hacerlo. Tampoco quería forzar las cosas y volver por volver. El día que volviera tenía que sentirme 100 % comprometido. Hice un pequeño experimento en el año 2016, un álbum recopilatorio (Nada ha cambiado), pero yo no estaba entusiasmado con el proyecto, era más de otros que mío.