REY CARLOS III SU SALUD PREOCUPA
Reino Unido y el mundo se mantienen a la expectativa tras el anuncio de que Carlos III padece cáncer, enfermedad diagnosticada durante la intervención de agrandamiento de la próstata. No se ha especificado de qué tipo
Aquello hizo que uno de sus hijos, el príncipe Harry, quien vive en Los Ángeles con su familia, viajara de inmediato a Londres para reunirse con el monarca de 75 años que tiene previsto retirarse temporalmente de sus compromisos institucionales para hacer frente a esta dolencia.
Aunque en un principio el pronóstico es bueno y tanto el equipo médico como el propio soberano se muestran optimistas, la preocupación de la familia es grande.
EL MUNDO EN EXPECTATIVA POR EL CÁNCER DIAGNOSTICADO AL MONARCA.
Sus doctores y parientes prefieren que no se exponga al riesgo de infecciones por parte de grandes grupos de extraños. Por ello se ha tomado la determinación de quedarse en Clarence House, mientras dure el tratamiento, comenta la prensa británica.
Sin embargo, la intención de Carlos III es continuar con su función constitucional a nivel privado con diferentes reuniones y trámites que le permitan mantenerse ocupado.
El 17 de enero se anunció que el rey acudiría al hospital para someterse a un procedimiento correctivo por un agrandamiento benigno de la próstata. Fue dado de alta de la London Clinic el 29 del mes pasado y previamente se dijo que se encontraba “bien”. Pero, mientras el monarca se sometía a ese tratamiento, se observó otro motivo de preocupación, según informó el
Palacio de Buckingham, y las pruebas posteriores identificaron “una forma de cáncer”.
Con Carlos III y Kate Middleton convalecientes (ella recientemente se sometió a una delicada operación abdominal), el peso de la institución cae sobre Camilla Parker y el príncipe Guillermo.
Pero no será él quien actúe de regente, sino Camilla. Además de ellos, Eduardo (hijo de Carlos) y Sofía, como duques de Edimburgo, también verán multiplicados sus actos oficiales.
Se desconoce el tiempo que Harry permanecerá en Reino Unido. Los británicos consideran que esta es una buena oportunidad para limar asperezas con sus parientes.