LA FOTO OFICIAL EDITADA LEVANTA MÁS DUDAS QUE CERTEZAS
Luego de que el 10 de marzo, luego de dos meses de ausencia, como lo contó EXPRESIONES, se publicara en las redes sociales de Kate Middleton una foto junto a sus hijos con motivo del Día de la Madre (que se celebra esa fecha en Reino Unido), los cibernautas han decidido analizar minuciosamente la gráfica. ¿Por qué? Porque, al parecer, los retoques son tan evidentes que las agencias de comunicación más importantes del mundo (Associated Press, Reuters, Agence France-presse y Getty) retiraron la instantánea de sus servidores. La cuenta oficial de Twitter de los príncipes (@Kensingtonroyal) explicó en su perfil las razones de la edición. “Como muchos fotógrafos amateur, ocasionalmente experimento con la edición. Quiero expresar mis disculpas por cualquier confusión que la imagen familiar que compartimos ayer haya podido causar. Espero que todos los que celebraron pasaran un feliz día de la madre. C”. Estas palabras quedan cortas para la ola de desinformación que hay en Internet, el misterio que rodea la enfermedad de Kate y su desaparición pública desde diciembre de 2023. A esto hay que sumarle que resulta extraño que sean ellos mismos quienes hagan sus imágenes, sin ayuda de un fotógrafo profesional. A modo de explicación, una fuente de Palacio insiste al Daily Mail en que la imagen la tomó el príncipe Guillermo, porque la familia quería ofrecer una foto “informal” y que la princesa hizo “ajustes mínimos”. Además, no se explica cuáles son esos cambios ni las razones para hacerlos. Sobre todo teniendo en cuenta que se aprecian en la manga de su hija Charlotte y en una esquina del suelo, así como en la cremallera de su chaqueta, como si se buscara mejorar la apa
riencia de sus vestimentas. En Internet han surgido múltiples teorías, unas más descabelladas que otras. De cara a esta foto, se ha dicho que puede ser antigua o generada por inteligencia artificial. Incluso, que haya sido modificada para ponerle el rostro de Kate Middleton a otro cuerpo. Sea como sea, la gráfica, reproducida en varios periódicos, solo ha servido para despertar más dudas sobre el estado de salud de la princesa de Gales.