Justicia a la venta
Lo nefasto de la justicia ecuatoriana tiene varias causas: concursos de méritos y oposición para jueces, fiscales y secretarios judiciales, arreglados para que ciertos abogados -con padrinoslos ganen; la compra de puestos y muchas otras razones que rebasan la legalidad. Por esas y otras razones, la justicia en Ecuador tiene un precio, y quien tenga dinero, aún siendo culpable, será considerado inocente e impoluto de cualquier crimen o infracción penal o civil.
En la época nefasta del correato, el innombrable, presidente de aquella época de oscurantismo político, económico y social, manifestó muy claramente: “voy a meter la mano en la
justicia”; así lo hizo. Ensilló a una caterva de delincuentes en las magistraturas y fiscalías del país, teniendo como teología ganar todos los juicios que se incubaban en su contra. De allí aparecieron “grandes” y sesudos abogados, que ganaban todos los juicios implantados contra Correa, y más, hacían pagar cuantiosas sumas a favor de éste, como daños y perjuicios contra su honra. En la actualidad, esos ‘magníficos’ abogados, no ganan ni un juicio de alimentos.
Fiscales, que siendo encontrados recibiendo dinero (extorsión: art. 185 COIP), fueron premiados y promovidos a puestos superiores, pero en otras provincias. ¿Cuándo se terminará con ese mal endémico del ‘aceite’, para que el dictamen fiscal sea favorable a quien paga, o es culpable?