Turismo rural y de montaña, un impacto en comunidades
Las familias han optado por este tipo de turismo en esta pandemia. Loja no es la excepción.
Desde tiempos inmemoriales, las montañas han sido fuentes de inspiración, incluso muchas culturas las han considerado como sitios mágicos. Esta fascinación por las montañas ha permanecido, debido a sus paisajes, biodiversidad, cascadas y el aire limpio que de ellas emana. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, señala que actualmente el 20% del turismo, se orienta al turismo de montaña.
Las montañas suponen casi un cuarto de las zonas terrestres del planeta, abarcando los cinco continentes y son el hogar del al menos el 12% de la población humana. La biodiversidad de los ecosistemas montañosos y sus paisajes representan valores de conservación. Las montañas son fuente de aproximadamente el 80% de los suministros de agua dulce y proporcionan productos alimenticios, minerales, madereros e hidroelectricidad, a más de la mitad de la población mundial.
Es por esta razón que el turismo rural y de montaña debe asegurar el cuidado de la biodiversidad que existe en las zonas y generar un beneficio a las comunidades aledañas. Rodrigo Salas, docente de gestión estratégica en organizaciones turísticas de la Maestría en Turismo con mención en Gestión e Innovación de Destinos de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), señala que es más frecuente que los turistas elijan destinos donde tengan contacto con la naturaleza, como las montañas.
Salas menciona que debido a la pandemia del COVID-19, la demanda a zonas montañosas ha incrementado, para evitar las aglomeraciones de personas en zonas comunes y respirar aire más puro. En las montañas se puede realizar caminatas, senderismo, ciclismo, montar a caballo, escalada, cannoping y más.
El experto señala que para elegir el destino donde desarrollar estas actividades, el turista se cuestiona: ¿cómo llegar? ¿dónde me hospedo? ¿dónde me alimento? y ¿qué actividades puedo realizar? Estas interrogantes se responden a través de planes turísticos que vinculen a comunidades cercanas a las zonas montañosas.
Esta formación brinda la Maestría en Turismo con mención Gestión e Innovación de Destinos de la UTPL , en modalidad a distancia, que permite a los profesionales una formación teórica y práctica para generar proyectos dinámicos y que se adapten a las comunidades.