Familias asechadas por divorcios
Ecuador, los matrimonios también han sentido los efectos del confinamiento. El Registro
Civil detalla que en 2020 hubo
22.442 divorcios. La mayoría, se realizaron entre septiembre y diciembre.
La cifra es menor a la de
2019, cuando hubo 30.017 divorcios, aunque la diferencia no es significativa si se toma en cuenta los meses de confinamiento, cuando las dependencias del Estado limitaron su atención a trámites estrictamente necesarios.
Afloraron los problemas
Tania Guzmán, psicóloga, señala que el confinamiento ayuda a aflorar tensiones que ya
existían. “Anteriormente, salir a trabajar, estar afuera, era un falso estabilizador emocional. Al tener que estar juntos 24 horas por varios meses, evidentemente es insostenible el colapso”.
La experta señala que, además, algunos ‘secretos’, se volvieron más difíciles de ocultar. “Una paciente decidió pedir el divorcio porque descubrió que su marido tenía otra familia en otra ciudad. Cuando al hombre se le dificultó viajar, la otra persona involucrada explotó y todo se destapó”.
Enero, un mes de divorcios
En 2019 y 2020, enero es uno de los meses donde más matrimonios se disuelven: 2.171 y 3.241, respectivamente.
Guzmán explica que este 2021 los números podrían ser incluso más altos, ya que es un mes del año donde se acumulan las deudas y las finanzas tambalean.
También algunas parejas estigmas, peran a que pasen las fiestas de diciembre para iniciar los trámites, especialmente si tienen hijos.
Aún es un tabú
Divorciarse es una decisión difícil, no solo para los hogares con hijos, sino que socialmente “es visto como un fracaso”, dice Jessenia Altamirano, psicoterapeuta. Altamirano resalta que se ha romantizado el pasado. “Escucho decir que los matrimonios de antes duraban hasta la muerte. Pero detrás de eso hay una falta de derechos y escomo especialmente hacia la mujer que no tenía la opción de separarse”.
Altamirano señala que los jóvenes tienen mayor apertura a tomar terapias de pareja y a abrirse sobre los problemas maritales. “Hay ideales románticos que no se pueden anteponer a la salud mental del núcleo familiar”, expresa la profesional, al tiempo que detalla que un divorcio a tiempo debe ver se una decisión madura y no como algo malo.
En Ecuador, anualmente, casi la mitad de las parejas que se casan se divorcian (ver recuadro).