Venezolanos varados en la frontera
La mayoría están varados en los cantones fronterizos, debido al paso cerrado. Autoridades preocupadas.
No solo es una familia, sino decenas de personas de nacionalidad venezolana que desde hace algunas semanas empezaron a arribar a los cantones fronterizos de la provincia, con el ánimo de cruzar la frontera con destino al Perú. En la actualidad, al menos en Macará, existen más de 500 ciudadanos que intentan pasar en el Puente Internacional caminando, pero son impedidos por la Fuerza Pública y personal militar.
Desde finales de enero se habría incrementado el número de ciudadanos que todos los días llegan al cantón en carros particulares, buses alquilados, motos y otros incluso caminando. La mayoría están albergados en los parques, calles, veredas y unos pocos rentan casas de alquiler y hoteles para habitar, mientras buscan la manera de cruzar el cerco policial.
Aquí existen familias enteras, niños, mujeres embarazadas y personas en situación de vulnerabilidad que no tienen para alimentarse, ni donde habitar. “Como autoridades nos preocupa que estas personas lleguen con el virus y se empiece a dar un contagio masivo de la nueva cepa, más aún cuando en el cantón ahora no se registran ni un solo caso, tras un arduo trabajo interinstitucional”, expresó Alfredo Suquilanda, alcalde del cantón.
Lo alarmante también es que el Municipio no ha recibido ni una sola transferencia del Gobierno por concepto de la equidad territorial durante más de un año, lo que hace que no existan recursos para atender a estas personas que necesitan alimentación, habitación y salud. “Estamos buscando que el programa mundial de alimentos y Naciones Unidas nos ayuden de forma inmediata, debido a que el problema se latente y cada día llegan más personas”. En esta semana visitarán algunas autoridades para constatar la realidad y ver la posibilidad si se instalan carpas de atención y áreas de descanso.
El Puente Internacional está cerrado desde marzo de 2019, tampoco pueden cruzar por pasos clandestinos (río), debido a que en territorio peruano tienen instalado un gran piquete militar que custodia la zona, durante el día y noche, producto de la cuarentena por la pandemia mundial.
El problema también es visible en el cantón Zapotillo donde se estima que más de 150 venezolanos residen por esta zona, unos intentando cruzar al Perú, otros en cambio, dedican a otras actividades como trabajar y solicitar ayuda económica a la gente. En los últimos días, se ha visto un mayor número de personas que arriban con niños en brazos caminado y en unidades de transporte público. Igual ocurre en otros cantones como: Calvas y Catamayo.