¡Abrir las urnas ya!
¿A quién puede perjudicar la apertura de las urnas que diversos sectores ciudadanos estamos pidiendo? A quienes han hecho trampa, eso es evidente. Parece que hay algunos interesados en que no se lo haga y otros que le hacen el juego a sectores obscuros de la política ecuatoriana, del pasado y el presente.
Intriga que no se apele a un mecanismo que es perfectamente democrático. Cuando existen dudas respecto al proceso de votación y no se tiene claro cuál fue el procedimiento para contar los votos y plasmarlos en las actas lo más seguro es recurrir a la fuente, que en este caso es ir a la apertura de las urnas.
Hay quienes dicen que reabrirlas será como abrir la caja de pandora, de la que pueden salir sorpresas desagradables, pero la limpieza de los procedimientos será la única garantía que le queda al electorado de todas las tendencias para que no existan dudas de quienes resultaron victoriosos en las elecciones de primera vuelta electoral.
Las autoridades de control tienen toda la capacidad para hacerse eco del clamor ciudadano y pedir que se clarifiquen los procesos y sistemas. Lo más grave para una democracia es que se actúe al vaivén de los intereses de unos y de otros, y no se mire el bien colectivo.
Que se abran las urnas y se verifique voto por voto es la mejor decisión que puede tomarse. ¿Que llevará tiempo? Claro que sí, pero será tiempo bien utilizado para que reluzca la verdad. Si es cómo dicen los representantes de algunos partidos, que todo se hizo bien, tampoco les hará mal una ratificación basada en la constatación.
Es mejor llegar hasta el extremo de recontar todos los votos -aunque ello demore-, que seguir con la duda eterna y el malestar de que, una vez más, lo que predomina es el fraude y la sensación de que nos roban en las urnas lo que se gana en las calles con el voto popular.
La legalidad y la legitimidad del proceso electoral están en juego.
rrppfidal@fidal-amlat.org