Urge la formación para agentes penitenciarios
En 2015, como todo evento gubernamental, entre bombos y platillos, se inauguró la primera Escuela de Formación de Guías
Penitenciarios del país, ubicada en Tres Cerritos, una parroquia rural de El Oro.
Lady Zúñiga Rocha, quien fue ministra de Justicia en ese entonces, calificó a esta infraestructura como un impulso para que Ecuador sea pionero en la región, “por impulsar el proceso de profesionalización de custodios”. Sin embargo, la estructura está abandonada desde 2017. Y, en 2018, Zúñiga fue parte de los investigados dentro del caso del asesinato del general Jorge Gabela. Ricardo Camacho, experto en seguridad, asegura que no hubo criterios técnicos al momento de abrir dicha escuela, pues eran policías los encargados de la capacitación, cuando la formación de un guía penitenciario es distinta y señala que más de 7 millones de dólares harían falta para adecuar la escuela.
Mario Pazmiño, exdirector de inteligencia del ejército, señala que es necesario retomar el proyecto pero contratando a expertos internacionales.
Es por eso que considera que una de las soluciones a corto plazo para reformar el sistema penitenciario es que la Policía se haga cargo “por un año y medio”, mientras en ese tiempo se profesionalizan los agentes.
Esto, destaca el experto, no tiene por qué descuidar a la seguridad ciudadana, pues propone que se debe optimizar recursos evitando que la Policía labore en la custodia de autoridades.
Reingeniería total
Lautaro Ojeda, experto en seguridad, señala que la visión del manejo de los centros de rehabilitación no es óptima, pues se centra en la infraestructura que, además, va en contra de las normas internacionales: “una cárcel que supere las mil personas ya es disfuncional y difícilmente va a ser bien manejada”.
Ojeda destaca que la formación de guías es fundamental y que la solución debe plantearse a mediano y largo plazo, a través de un estudio a profundidad de las características de los problemas dentro de las clases. “Este no es un tema que se arregla en una o dos semanas. Es necesario un equipo de buen nivel que realice un diagnóstico”, agrega.