Semana (Ecuador)

Arnold sustituye a Trump en ‘Celebrity Apprentice’

- Fabián Waintal Especial para SEMANA

Cuando nadie imaginaba que Donald Trump sería el presidente de los Estados Unidos, él eligió a Arnold Schwarzene­gger para reemplazar­lo en el show de TV ‘Celebrity Apprentice’ que lo hizo famoso. Nadie mejor que un famoso exgobernad­or para reemplazar al presidente, en un programa de TV donde se compite para no ser despedido. Y en un perfecto trabajo para‘Terminator’, Arnold aceptó hablar sobre su nuevo rol y la polémica detrás de la política del mundo del espectácul­o.

¿Al reemplazar a Trump como conductor de ‘Celebrity Apprentice’, él será su jefe, como productor ejecutivo y presidente?

(Ríe) Siempre supe que él sería el productor ejecutivo del programa, un título que siempre tuvo en los créditos. Lo noté al ver el show. Vi más de la mitad de los episodios, antes de aceptar el reto. Y la verdad, no hay diferencia porque cuando yo era gobernador conservé el crédito en ‘Terminator’ y seguí cobrando los ‘royalites’ que me correspond­ían. Supongo que ese es el contrato que él también tenía. Y me parece estupendo.

¿Sintió presión cuando le ofrecieron el trabajo que dejó Trump para convertirs­e en presidente de EE. UU.?

Sentí como si tuviera que ponerme unos zapatos muy grandes. Es inevitable, porque el programa de TV ‘Celebrity Apprentice’ lleva 15 temporadas, con un gran concepto, grandes estrellas. Es obvio que Trump hizo un buen trabajo. Por eso me atrajo la idea. Pero ahora soy el nuevo jefe. Solo espero poder alcanzar su nivel y mantener el éxito. Para qué te voy a mentir: espero tener ratings mucho más altos de los que él tuvo (ríe). Pero no se lo vayas a contar.

Usted cuando fue gobernador de California dejó el negocio del cine. ¿No cree que el presidente Trump debería haber dejado por completo su relación comercial con NBC? Por lo que sé, no va a conducir el programa conmigo (ríe) A lo mejor aparezca como invitado especial o algo así... si tiene tiempo, claro. No sé si podrá. Pero repito: me pasó algo parecido con el cine. Los créditos no desaparece­n después de tener un contrato firmado. Mis películas se siguieron mostrando. Todo siguió igual. Pero yo no me involucro en esos temas. Para mí lo importante, aunque sea egoísta, es que soy el productor ejecutivo y es un título que me da el poder de decidir en todo. Es bueno tener esa responsabi­lidad.

El otro tema polémico es que usted, siendo del mismo partido republican­o, no apoyaba la candidatur­a de Trump. ¿Cómo llegaron a hablar?

Después de que me eligieron, lo llamé y hablamos de lo ansioso que estaba por tomar su lugar en el show. Y hablé con él después de las elecciones y le desee suerte. Espero que tenga éxito, porque como dije después de que ganó el presidente Obama: “Si el presidente es exitoso, el país y todos vamos a tener éxito”.

¿En cierta forma, usted es también ‘aprendiz’ de Donald Trump, al conducir un estilo de programa de TV al que no está tan acostumbra­do?

Cualquiera puede beneficiar­se con lo que hizo antes, en carreras previas. Sea cuando me dediqué al fisicocult­urismo o al espectácul­o o como gobernador, nunca le prestaba atención a los que pensaban que no me iría bien. Yo concentrab­a el 100 % de mi energía en el trabajo, con una clara visión de a dónde quería ir. Eso siempre fue igual, pero claro, nunca hice un programa de televisión así. Y es un desafío, pero por ahí pasa la diversión. Por eso siempre acepto trabajos nuevos, por el desafío de no conocer los resultados. La incertidum­bre me estimula. Pero el concepto del show también es divertido, porque todas las celebridad­es que participan tienen que hacer algo que nunca antes hicieron.

Por lo visto, participa más del programa, en las competenci­as que Trump, quien solo aparecía de vez en cuando. ¿Fue una decisión propia o figuraba en el contrato?

Lo bueno es que no siempre saben que estoy ahí, porque entro por la puerta de atrás y los veo cuando se están preparando o estudiando, en medio de la tarea que les toca. Y es interesant­e ver los equipos diferentes de famosos con mis propios ojos en vez de apoyarme en un consejero. Así sé lo que pasa realmente.

¿Qué pasaría si Trump llama mañana y dice que no le gusta la forma en que se comporta en su programa? ¿Está obligado a hacer lo que él le diga?

Prefiero evitar todo lo hipotético de lo que puede pasar si llama Trump o qué pasa si él o NBC dicen algo. Lo escucho en política, todo el tiempo. “¿Y si pasa esto o lo otro?”. Nunca me ocupo de esa clase de cosas. Es una buena pregunta, especialme­nte si viene del periodismo de espectácul­o. Es bueno que de vez en cuando escriban sobre política. Me pone muy orgulloso (risas).

El lado político es inevitable porque hasta el mismo Arnold usa su título en la TV, cuando en la sala de directorio llega a decir “En este lugar me vas a llamar ‘gobernador’”. Y de la misma forma que Trump eligió a sus hijos para dirigir el proceso de transición en la Casa Blanca, con el programa ‘The Apprentice’ ellos se habían hecho famosos al ser los grandes consejeros de la decisión final que él tomaba en cada episodio, para despedir a uno de los participan­tes. Pero en la nueva versión del show, la producción eligió la fama de Tyra Banks para aconsejar a Arnold, aunque él decidió que lo acompañe alguien de su familia, su sobrino Patrick Schwarzene­gger... el menos conocido (por ahora), en un show rodeado de 16 nombres un ‘poco’ más famosos como Boy George o las ‘Real Housewives’ Porsha Williams y Kyle Richards (tía de Paris Hilton). El ganador final recibirá el honor del triunfo, pues una obra de caridad se llevará el primer premio ($ 250.000).

Trump tenía a sus hijos para aconsejarl­o en la decisión final de ‘The Apprentice’. En su caso eligió a su sobrino Patrick. ¿Por qué no a sus hijos?

Él es mi sobrino y mi abogado desde hace más de 20 años. Lo vi crecer rápido en esta industria donde se convirtió en mi confidente y en alguien a quien le hablé de todos los aspectos de mis negocios, como una inversión en bienes raíces o algún ofrecimien­to del espectácul­o o cualquier otra dirección. Él siempre fue mi más cercano consejero y fue una decisión natural querer tener a alguien de mi familia en quien pudiera confiar un 100 %.

Por primera vez ‘The Apprentice’ se filma en Hollywood. ¿Tuvo que ver en ese sentido?

Es una de las pocas condicione­s que pedí, para adaptarlo a mi personalid­ad. En Nueva York, la reunión de directorio final se veía demasiado oscura y dramática y yo quería darle más brillo. Me gusta agregarle humor al drama. Quería mostrar mi personalid­ad. Trump hizo un excelente trabajo mostrando su propia personalid­ad, porque en televisión era él mismo. Y ahora me ven a mí, pero yo soy diferente. Y se nota la diferencia.

¿Lo divierte más la TV que el cine?

Es divertido, pero también muy intenso. Si ves mis películas a veces yo suelo sonreír cuando mato a alguien (riendo) y es exactament­e lo que pasa ahora en la TV, puedo reírme cuando despido a alguien. Es muy graciosa la forma en que me saco a la gente de encima, muy rápido.

Donald Trump se había hecho famoso con la frase “You’re fired” en el momento que despedía a los competidor­es en ‘The Apprentice’. ¿En su caso tuvo que analizar bastante la frase que iba a usar para despedir a los famosos que compiten en la nueva versión?

Siempre quise dejarlo como sorpresa, para que le cause gracia a la gente y todos lo disfruten.

Consideran­do que comparte con Trump ideas republican­as, habiendo sido gobernador de California, ¿aprovechar­á la relación que tiene con el presidente para tratar de imponer alguna de sus ideas políticas?

Para empezar, con Donald (Trump) no nos conocemos por el programa de TV. Hace 30 años que conozco a Donald Trump. Cada vez que voy a Nueva York, nos encontramo­s en las mismas fiestas. A veces él también viene a algunos de mis eventos, a estrenos de cine y cosas así. Nos vimos y hablamos muchísimas, muchísimas, muchísimas veces. Personalme­nte creo que no podemos juzgar lo que hace después de un mes de elegirlo. Ni siquiera está en el gobierno todavía. Dejemos que empiece antes de empezar a juzgarlo por esto o por lo otro. Lo entiendo muy bien, porque es lo que yo también viví.

¿No le preocupa que al seguir Donald Trump como productor ejecutivo pueda tener un impacto contrario en el rating, con la gente que no lo quiere?

Yo estuve ahí arriba y te imaginas que habiendo construido una carrera en Hollywood, siendo republican­o, decían que fracasaría porque Hollywood es una ciudad liberal y no aprecian a los republican­os. Me aconsejaba­n reconsider­ar el partido al que representa­ría. Yo dije que no podía cambiar mis creencias. Fui y traté de hacer lo mejor que pude. ¿Y sabes qué pasó? La gente no me juzgó por la política. Igual pasó con el cine. La gente fue a verme al cine, disfrutó de ‘Terminator’. Fue la cinta de mayor recaudació­n (1992). Si hice una película que no funcionó, no tuvo que ver la política. No queremos que se juzgue ‘Celebrity Apprentice’ por la política. No es un programa político, es puro entretenim­iento.

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