Semana (Ecuador)

Spencer, Harris y Davis

-

La categoría de mejor actriz de reparto tiene un gran componente afroameric­ano con la nominación de tres intérprete­s: Octavia Spencer (Montgomery, Alabama, 1972), candidata por su trabajo en ‘Hidden Figures’. Sería su segundo Óscar, tras el de 2012 por ‘The Help’ (‘Criadas y señoras’). La gran favorita es Viola Davis (Carolina del Sur, 1965), por su actuación en la adaptación cinematogr­áfica de la obra teatral ‘Fences’, en la que participó en 2010 y por cuyo trabajo ganó el Tony. La historia fue llevada al cine por Denzel Washington y Davis no ha parado de recibir premios: el Globo de Oro, el SAG, el Bafta y otros. Es su tercera nominación, tras ‘Doubt’ (2008) y ‘The Help’. Hizo historia en 2016 al ser la primera mujer negra en ganar un Emmy como mejor actriz en una serie dramática, por ‘How to Get Away With Murder’. “Lo único que separa a las mujeres de color de las demás son las oportunida­des”, dijo esa vez. Para la inglesa Naomie Harris (Islington, 1976) su actuación en ‘Moonligth’ marcará un antes y un después en su carrera, en la que destacan sus trabajos en filmes como ‘28 días después’, ‘Piratas del Caribe’, entre otros. Damien Chazelle fue el que realizó ‘Whiplash’, un filme sobre música que no era de música. Hablaba, como esta, de sueños, y ya entonces se vio que era capaz de mostrarlos como una pesadilla o como una meta dorada en la que materializ­ar una vida triunfal. ‘La La Land’ va mucho más allá. Se la presenta como un musical, pero en realidad tiene poco de ello (hay casi una hora sin aparecer una canción) y quitando la fastuosa (aunque demasiado tradiciona­l) escena inicial, la música queda solapada por la bellísima historia de amor que nos relata. Chazelle dibuja una relación que parece normal por fuera, pero que es complejísi­ma por dentro (como en la vida real), porque a la ilusión por hallar la media naranja perfecta le va echando gotas de cicuta que van conformand­o un círculo bello y dulce, pero crudo y amargo a la vez. Es el día a día de cómo la vida te va poniendo zancadilla­s en forma de ambición personal, lucha continua para salir del hoyo, decepcione­s y de lo difícil que es la duración del amor cuando el quehacer diario le pega hachazos continuos. Y sin embargo, y a pesar de todo esto, ‘La La Land’ destila una persistent­e belleza a cada minuto que pasa. Es más, la emoción va subiendo de tono a medida que los impecables Gosling y Stone van encontránd­ose y peleando codo a codo por perseguir sus sueños. Porque la película va de eso, de sueños y de amores, pero Chazelle lo relata con una brillantez, una elegancia y un talento tal en cada toma que no solo hace soñar a los protagonis­tas sino que lleva su ilusión permanente a la retina de cada espectador. Si la película es una joya enorme en sí misma, el final es tremendo, de lo mejor visto en años. Tremendo de emoción, de lágrima en el alma, de sollozo incontenib­le por la emoción que derrama en cada toma, en cada mirada, en ese hola y adiós, en lo que pudo ser y no fue, y en lo que es ahora mismo. Un prodigio de ternura entrañable, tan alegre y tan triste a la vez. Es cierto que el año no ha hecho más que comenzar pero esta es, sin duda, una de las mejores cintas de 2017.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador