Hogar playero ¡para no salir!
ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA EN PUNTA BARANDÚA, INCLUYE EL MUYUYO EN SU DECORACIÓN.
UNA RESIDENCIA de lujo en la playa, donde el espacio está muy bien planificado y es muy fácil imaginarse viviendo allí. Se trata de ‘Casa Mab’, proyecto realizado por la arquitecta María Isabel Fuentes, ubicado en la urbanización Punta Barandúa, península de Santa Elena.
El diseño de la vivienda de dos plantas está compuesto por dos bloques independientes, que se vinculan a través de un corredor puente y patio, para respetar la privacidad de sus propietarios. El primer bloque contiene el dormitorio principal, área social, cocina, servicios y sala de estar. El segundo, cuatro habitaciones más, con su balcón propio, baño y vestidor.
El domicilio, de 305 m², pertenece a una familia nuclear de padres y dos hijos, que reciben a sus parientes en temporada playera.
Su arquitectura es contemporánea, pero entre sus componentes combina un elemento que le brinda un aire rústico y natural: el muyuyo, un árbol silvestre muy común de la costa ecuatoriana. El material es tejido por artesanos del sector, para los pasamanos de los balcones y corredores, sobre una estructura de acero inoxidable. Su estética nos recuerda a las casas de la zona, pero con un toque sutil.
Y a pesar de no tener vista al mar, las puertas de vidrio piso-techo permiten integrar y disfrutar visualmente desde cualquier ambiente el corazón de la casa: el patio central, que está compuesto por un área social, equipada con pis-
cina, terraza, bar y jardines. Y una visión tangencial desde el dormitorio máster.
El clima del exterior es fresco y confortable, gracias al uso de elementos que impiden el sol directo, como la orientación norte-sur de las aberturas y el uso de espacios de amortiguación climática, como los balcones y galerías.
El espacio exterior contiene un sistema de riego automático, lo que otorgó libertad al escoger las plantas, como el césped y palmeras con piedras de río. No obstante, si no se cuenta con esa facilidad, la arquitecta recomienda decorar con plantas que requieren poca agua, como veraneras y cactus.
En el interior, el color utilizado es el blanco, para que el sol distribuya su luz en todos los elementos y se agranden visualmente los rincones. Los taburetes de cocina y las sillas del comedor son plásticos, aunque es posible emplear materiales de fibras naturales y textiles con diseños étnicos, mezclados con piezas en acero, vidrio, policarbonatos y madera, concluyó la profesional.